AMLO y los motivos del triunfo

  • Laura Carreto Tirado
Andrés Manuel es un líder nato, sabe de las necesidades de la gente

El documental de Epigmenio Ibarra “Este soy yo” narra la vida política del tabasqueño oriundo de Tepetitán. En los primeros minutos Andrés Manuel muestra la tierra que lo vió nacer, se dice orgullosamente hijo de comerciantes, señala el río y narra cómo su madre vendía su mercancía dentro de un cayuco, minutos después de esa escena, un hombre (paisano suyo) le cuestiona: “¿Tú crees que se te pueda olvidar en “Palacio” que aquí naciste?” a lo que él contesta: “No se me va a olvidar”, “el poder cuando no hay principios, atonta” −añade.

Andrés Manuel es un líder nato, nacido en un pueblo humilde de Tabasco, sabe de las necesidades de la gente, no sólo porque supo de las dificultades de la vida desde temprana edad, sino porque ha recorrido el país entero; conoce los intereses de la clase política y empresarial, sabe de los problemas de México. Tanto así que ha escrito 14 libros, el más reciente: “2018: La salida, decadencia y renacimiento de México”, en este recaba información valiosa,  lanza datos duros y señala a los culpables del hundimiento de nuestro país. Son graves las consecuencias de la corrupción, esto ha llevado a la privatización de recursos naturales. Con base en la investigación de este libro, propone soluciones: como el rescatar al campo, combatir la delincuencia, el desempleo, la desintegración familiar, así como garantizar el desarrollo social. Como un hombre de valores desea impulsar cambios éticos en la población y sobre todo se compromete a tener un gobierno basado en la austeridad como un principio moral más que administrativo.

Lo han acusado de populista. Pero el populismo ¿no es acaso también lo que han hecho con programas como “Solidaridad” en el gobierno de Salinas; “Oportunidades” con Fox y “Prospera” de Peña Nieto? ¿O es el populismo sólo un concepto perverso cuando viene de un líder que consideran no es afín a sus intereses?

Felipe Calderón creó la famosa frase “Un peligro para México”, pero quien resultó ser una amenaza para México fue precisamente él y su guerra contra el narcotráfico. Durante los gobiernos panistas el crimen organizado y la violencia se incrementaron.  

En el año 2000 la gente esperaba mucho de Vicente Fox, un ranchero desenfadado que hablaba y vestía distinto a los políticos convencionales, su atractivo radicaba en “ser la diferencia” en todos los sentidos, desde su manera de ser, hasta lo que significaba romper la hegemonía priista. Sin embargo esto no sucedió, durante su sexenio los cárteles de la droga se expandieron. Cómo olvidar las frases “Comes y te vas”, “Lavadora de dos patas”, que, ubicadas en la seriedad del gobierno ya no cuadraban. Ya no agradaba su humor, no era afín con la figura de presidente. Las relaciones diplomáticas con Cuba sufrieron un descalabro pero con Estados Unidos tampoco lograron un cambio.

Durante el gobierno de Fox, el “Chapo” Guzmán “se esfumó” de una prisión de alta seguridad en Jalisco. Estresaba a sus asesores, a su vocero, quien siempre salía a aclarar lo que su jefe quería decir. Le quedó debiendo a los mexicanos; y, lo que se suponía era la esperanza, se convirtió en todo lo contrario.

Después siguió Felipe Calderón Hinojosa quien tomó protesta como presidente en una caótica sesión, llegó al poder con los rumores de una elección fraudulenta, se dice que los partidos hegemónicos: PRI y PAN llegaron a un acuerdo. Ese 1 de diciembre FCH empezó su mandato con el pie izquierdo, en una palabra: deslegitimado. AMLO su contrincante en la elección presidencial rechazó el resultado de las elecciones, fue así que marchó junto a sus seguidores hacia el Auditorio Nacional, no sin antes advertirles que no se utilizara la violencia. Los resultados del sexenio “calderonista” fueron aún más decepcionantes: la guerra contra el narcotráfico dejó como consecuencia un país violento. El mismo Calderón hacía alusión a un país con 7.5 millones de “ninis” (ni estudian, ni trabajan) pero curiosamente tampoco generó alguna política que revirtiera esta cifra. Queda evidenciado estos jóvenes fueron caldo de cultivo para el narco (BBC, 2017).

Los sexenios panistas militarizaron las calles, los militares se empoderaron, por lo tanto también la violación a los derechos humanos, por esta razón fueron contabilizadas 10 mil quejas contra las autoridades.

En 10 años de la guerra al narco de 2007 al 2016, hubo 185 mil homicidios, 30 mil personas desaparecidas, 855 fosas clandestinas (Nación 321,2017).

La presidencia de Enrique Peña Nieto está marcada por los errores, la ineficacia y por la corrupción. Se pueden mencionar casos como el de la “casa Blanca”: la millonaria vivienda de la primera dama Angélica Rivera; “Ayotzinapa” y los 43 estudiantes desaparecidos; “Odebrecht”, caso en donde no han caído ningún responsable, cuando en otros países sí; la Reforma Educativa no ha obtenido una transformación en la calidad de la educación pero sí ha logrado crear un incertidumbre en los docentes; y finalmente “La Estafa Maestra”, y el desvío de 3.4 mil millones de pesos, y, a pesar de que se sabe quién está detrás de esto, el caso ha quedado archivado (Animal Político, 2018).

Estos ex presidentes que han puesto de cabeza al país reciben una cuantiosa pensión, en un país con 53 millones de pobres (Forbes, 2017). Claro que la propuesta de AMLO de quitárselas resultó una idea atractiva para un electorado ya enojado con la clase dominante; además de propuestas como becas para los jóvenes; una agenda en equidad de género (algo innovador que no plantearon los demás candidatos); una política interna nacionalista; darle mayor importancia al campo; la creación de refinerías y sobre todo limpiar el gobierno de corrupción, que ha sido el problema más grande de nuestro país.

Siempre polémico, AMLO se mantuvo firme ante su idea de llegar a la presidencia, las campañas que realizó en 2006 y 2012 sentaron las bases políticas para la creación de MORENA en 2014 y una nueva etapa de preparación para el 2018.

Los motivos del triunfo son: una coyuntura política, un hartazgo de la población de la corrupción e ineptitud de las autoridades, excelentes propuestas y un fuerte liderazgo con experiencia política. Un factor importante es que Andrés Manuel ha sido un líder cercano a la gente, sencillo, y sobre todo que ha recorrido el país y conoce los problemas que enfrentan los ciudadanos.

Otro factor muy importante para el triunfo de AMLO fueron los candidatos contrincantes: José Antonio Meade, un representante de la clase política dominante, quien fue secretario en dos administraciones de distintos partidos, simplemente simbolizaba la continuidad; y Ricardo Anaya, quien llegó a la candidatura dividiendo a su partido, ganando enemigos y haciendo alianza con el ya quebrantado PRD, sin olvidar el escándalo por lavado de dinero que ensombreció su campaña. Siendo así no pudo tener a mejores adversarios que coadyuvaron a su triunfo.

El diario francés “Liberation” lo describe como un líder de izquierda nacionalista, más que progresista (Liberation, 2018) pues en sus propuestas de campaña quedaron pendientes temas de la agenda del mundo moderno: como el derecho a decidir y el matrimonio igualitario. Sin embargo AMLO ha dicho que gobernará y atenderá los problemas de todos los sectores, sin discriminar a nadie. Es preciso decir que dentro de su equipo de trabajo tiene a mujeres sumamente preparadas, quienes además son feministas y que podrán sentar las bases de nuevas políticas sociales que ayuden al desarrollo de nuestro país.

Acabar con la corrupción y llevar un gobierno austero convierten a Andrés Manuel López Obrador en la esperanza de México.

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Laura Carreto Tirado

Licenciada en Relaciones Internacionales, Maestra en Ciencias Políticas ambos grados por la BUAP. Especializada en temas migratorios y en la Relación México-Estados Unidos. Ha investigado y escrito al respecto en libros y revistas