La militancia en un partido político es una decisión personal y autónoma que está íntimamente relacionada con la ideología, la convicción, los intereses e identificación con los principios de éste por parte de una persona que considera son los adecuados para que se emprenda un proyecto político en pro del desarrollo de la vida pública y de la permanencia de la democracia.

La Ley General de los Partidos Políticos establece que la afiliación debe ser libre e individualmente, considerando un delito afiliar a un individuo en contra de su voluntad o bajo cualquier tipo de amenaza; sin embargo, en Puebla la ley se ha transgredido, ya que el exgobernador, Rafael Moreno Valle, emprendió desde su posición una estrategia de afiliaciones masivas al Partido de la Revolución Democrática (PRD), como lo hizo con el Partido Accion Nacional (PAN).

El exgobernador desde el inicio de su administración, para la obtención de sus intereses personales, quiso apoderarse del PRD, para ello intentó desestabilizar la estructura interna del partido, trató de consolidar la alianza PAN-PRD en el proceso pasado, y como no obtuvo sus intereses entonces intervino para que el partido se quedara sin candidato, acción que tampoco logró. Por ello, decidió mediante el órgano electoral no otorgar recursos para la campaña del 2016.

Debo precisar que Moreno Valle empezó a afiliar al PRD desde el 2010 a personas allegadas a sus operadores políticos con la finalidad de perturbar el funcionamiento de la institución, como muestra está la afiliación de Antonio Gali López, hijo del hoy gobernador Antonio Gali Fayad, Carlos Amador,  Dip. Nacho Mier, Dip. Luis Maldonado Venegas incorporándolos en espacios dentro de este instituto político. Lo más deplorable es el hecho de afiliar en contra de su voluntad y sin su consentimiento a trabajadores del estado y ciudadanos.

Las afiliaciones masivas al PRD por parte de Moreno Valle da muestra el papel que jugaron los partidos políticos durante su gestión, en primer lugar, aquellos que se adhirieron a su proyecto político dejaron de ser entidades de interés público para capitalizar su interés personal, y en segundo lugar, su exacerbado autoritarismo intentó por todo los medios controlar los partidos de oposición.

El objetivo de estas afiliaciones ilícitas es claro, el exgobernador a través de su grupo político quiere controlar el PRD y a todos los partidos, para ello busca imponer un dirigente estatal garantizar que Puebla sea un estado con el mayor número de afiliados y así incidir a nivel nacional y esto pueda garantizar e impulsar la alianza con el PAN y no pedir favores a los grupos internos (le sale caro).

Hasta ahora el PRD  poblano tiene un padrón de 85,157 nuevos afiliados, ni los votos que sacamos en el proceso electoral constitucional que corresponden al número de afiliados. Para lograr este objetivo, en una jugada sucia, el gobierno del estado ha lucrado con los programas de apoyo, federales y estatales, como moneda de canje para afiliar a los habitantes principalmente de las colonias populares y municipios alejados de la capital.

A los trabajadores que colaboran en las áreas administrativas también se les ha estado afiliando contra su voluntad bajo la amenaza de ser despedidos e intimidándolos para no levantar denuncia alguna. La afiliación de los trabajadores del Colegio de Bachilleres del Estado de Puebla (Cobaep) refleja un caso más de la forma corrupta e ilegal en que se están llevando a cabo las incorporaciones masivas de militantes al PRD.

Hoy  Puebla ocupa el cuarto lugar nacional en afiliaciones del PRD, llevándose a cabo 80 mil de ellas en los últimos meses y están pendientes por validarse 50 mil, es decir el padrón puede terminar en más de 150 mil afiliados, por encima de Tabasco en donde actualmete somos gobierno y que al día de hoy lleva cerca de 36 mil afiliados.

Dada esta situación, por el bien del funcionamiento de los partidos y el desarrollo democrático en la entidad es necesario que el exgobernador Rafael Moreno Valle saque las manos del PRD y deje de violentar la libertad individual en cuanto a las preferencias partidistas de los ciudadanos.

(OOO)