Más de 3 millones de mexicanos hacen hoy las tres comidas al día apoyados por de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, y no es un maratón de entrega de despensas con orientación clientelar y burda como las que tradicionalmente conocemos, con el objetivo de lograr la aceptación de los más necesitados.

Es una estrategia, inteligentemente planeada por el Presidente Enrique Peña Nieto, producto del conocimiento de las verdaderas necesidades de la gente, de escuchar a los que tienen esas necesidades y las viven todos los días. Porque no se puede sentir lo que no se ha vivido.

Hoy, las familias están resolviendo sus problemas de alimentación. No se puede revertir la pobreza si la población no ha resuelto sus necesidades alimentarias. Nadie puede soñar en la grandeza, ni en la riqueza, si antes no ha comido. La falta de alimentos es una de las condiciones más indignas para un ser humano.

Existen, aún, millones de mexicanos que no han resuelto ni siquiera sus necesidades básicas alimentarias. Por ello, la importancia del apoyo del Gobierno de la Republica, sin regateos, a través de comedores comunitarios,  sabedores de que los puentes y las obras de cemento, que ni las pide ni las necesita la población,  aún no se pueden comer.

Cero hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuada de los mexicanos en extrema pobreza y con carencia alimentaria severa, porque en los primeros 5 años de vida, la nutrición determina el desarrollo físico y mental del adulto, y la desnutrición de este segmento poblacional reclama toda la ayuda del estado mexicano.

Más de 23 mil escuelas de las cerca de 240 mil que existen en México ya son de tiempo completo. Para tener una vida digna se requiere de una educación digna. Y son los pobres, son quienes reciben la educación de menor calidad.

Sólo 13 de cada 100 que se inscriben a primaria llegan a la universidad, y para los 87 que se quedan en el camino casi no hay oportunidades. Casi nadie se preocupa por su incierto futuro, porque las artes y los oficios son muy tímidamente atendidos en las políticas públicas y, generalmente, menospreciados. Porque, todos tenemos la ilusión de ser universitarios. Pero ni el estado está preparado para atender a todos los jóvenes que desean seguir estudiando, ni las familias tienen los recursos para apoyarlos.

Por eso, la escuela de tiempo completo será la opción de aprender inglés, música, reforzar conocimientos de lectura, matemáticas, artes, oficios y educación física.  Los alumnos comen en la escuela, eso obliga a tener comedores y lleva a la necesidad de abastecerlos de alimentos. Y si los muchachos estarán más tiempo, entonces, enseñarles técnicas de cultivo de plantas y crianza de animales son una opción  en sus aprendizajes adicionales.

Esta necesidad nos ha permitido, a través del Programa Estratégico de Seguridad Alimentaria PESA/FAO/SAGARPA, desarrollar y validar proyectos de huertos familiares, escolares y comunitarios que produzcan al menos una parte de las necesidades de los alimentos que demandan los comedores; que a las familias, los estudiantes y las administradoras de los comedores, se capaciten en producción, reduzcan sus costos y  recuperen la cultura productiva que hemos ido perdiendo y que por milenios ha acompañado a la humanidad

El desarrollo de un país no depende de los recursos naturales que dispone, si no de lo que le permiten sus leyes. Sabedor de esta máxima, Enrique Peña Nieto se comprometió a llevar a cabo importantes reformas estructurales que sean palanca para el desarrollo nacional. Así, hoy contamos con 11 reformas estructurales  que no se habían realizado en los últimos 50 años. La energética, la financiera, la de telecomunicaciones, la educativa, la hacendaria y otras no menos importantes. Recientemente, producto de la reforma financiera se anunciaron 44 mil millones de pesos en créditos para el campo, tasas de interés por debajo del 10 por ciento y, la eliminación de las garantías hipotecarias para micro, pequeños y medianos productores.

El rey que cumple su palabra tiene el poder de secar el océano. Como lo hemos visto publicado, la popularidad del Presidente no es de lo mejor. Toda transformación de fondo tiene elevados costos políticos. Pero las molestias son temporales, los beneficios serán para siempre. En estos casi 2 años de gobierno, ha quedado muy claro que no sólo se llegó a administrar, sino a transformar al país. ¡Felicidades al Presidente Reformador!