Los retos del crecimiento poblacional

  • Alejandro Armenta Mier

Se estima que fue el 11 de julio de 1987 cuando la población mundial alcanzó la cifra de 5 mil millones de personas. A partir de esa fecha -y por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas- se celebra el Día Mundial de la Población.

Día que tiene por objeto primordial centrar la atención en la importancia de los problemas demográficos, que afectan gravemente a los planes de desarrollo de muchos países.

La población mundial ascendió en el 2011 a 7 mil millones de habitantes, y la mayor parte (82.2%) se concentró en las regiones menos desarrolladas del mundo. Creciendo a un ritmo de 80 millones de personas al año, se estima que para el año 2050 llegará de 9 a 10 mil millones.

Este rápido crecimiento de la población provoca grandes dificultades, especialmente con los recursos disponibles -agua, tierras de cultivo, alimentos, atención sanitaria y educativa-, y el deterioro del medio ambiente.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía  (INEGI, 2010) señalan que en México residen 112.3 millones de personas, monto que lo coloca como el onceavo país más poblado del mundo.

En donde, 6.5 millones de personas se consideran vulnerables por ingreso, en tanto que 46% de la población se encuentra en situación de pobreza multidimensional.

De acuerdo a las Proyecciones de la Población de México 2010-2050 del Consejo Nacional de Población (CONAPO), se espera que para el 2020 la población total ascienda a 127.1 millones y para el 2030 alcance los 137.5 millones de habitantes.

Para los próximos años no se prevén cambios significativos en la relación de hombres y mujeres, ya que se estima que para el 2020 será el mismo que en el 2013. Estimando que más de la mitad de las mujeres -54%- se encuentran en edad fértil, y que la tercera parte de ellas -33.2%- lo conforman mujeres adolescentes entre los 15 y los 19 años.

La tasa global de fecundidad (TGF) en el 2013 -entendida como el número promedio de hijos que tienen las mujeres en su vida-  es de 2.22 hijos por mujer a nivel nacional, y se espera que para el 2030 sea de 2.08. Encontrando la mayor tasa de fecundidad entre el grupo de mujeres entre los 20 a 24 años.

Los estados con la menor tasa global de fertilidad, son el Distrito Federal (1.79), Baja California Sur (1.95) y Baja California (1.99). En contraste, los estados de mayor tasa global de fertilidad son Chiapas (2.53), Guerrero (2.51) y Oaxaca (2.45).

La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID, 2009) nos revela que seis de cada diez adolescentes no utilizan ningún método anticonceptivo, hasta después de su primer hijo. Además identifica que una de cada cuatro adolescentes se encuentra en una situación de demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos, ya que a pesar del deseo expreso de querer limitar o espaciar su descendencia, está expuesta a un embarazo no deseado. Exponiendo a esta situación a un 17.8 por ciento para las mujeres de 20 a 24 años, y de 14.4 por ciento para las de 25 a 29 años.

Los métodos anticonceptivos modernos siguen siendo inasequibles para millones de personas en nuestro país, en donde las barreras económicas, sociales y culturales siguen siendo un obstáculo, generando situaciones de discriminación y violencia contra las y los jóvenes, que se ven limitados en las opciones en el pleno ejercicio de sus derechos y en su desarrollo.

Satisfacer las necesidades actuales y futuras de las personas representa un enorme desafío global.

Por lo que se deben adoptar acciones, siendo las más urgentes: reducir de manera sustancial la tasa de nacimientos; detener la contaminación ambiental; proteger y aumentar los recursos naturales, cuidar el agua y construir plantas de agua potable, utilizando para ello el agua de los mares y tratarla y distribuirla a donde sea necesaria además de avanzar en materia de producción de alimentos, economía, salud, educación, política y bienestar social.

Para ello será fundamental concientizar a las personas, gobiernos e instituciones sobre la importancia de los asuntos de población y el impacto que tiene en los indicadores de desarrollo en cada país.

Toda vez que las oportunidades o las opciones que tengan los y las adolescentes, pueden generar adultos productivos, con plenas facultades, y que ejerzan efectivamente sus derechos humanos.

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Alejandro Armenta Mier

Maestro en Administración Pública, presidente del Senado de la República y presidente de la Comisión de Hacienda. Más de 34 años de su vida dedicado al servicio público. Mis principios: ser útil, agradecido y acomedido.