Sin duda el morenovallismo se alza con el triunfo de la campaña de Gustavo Madero, porcentualmente la diferencia de 13 puntos sobre Ernesto Cordero acabó por definirse por la operación dirigida por el poblano que sube un escalón más en su proyecto personal presidencial.

Trabajo, dinero, organización y supervisión fueron factores importantes para no perder el control. Pero la inteligencia, el espionaje y la traición también contribuyeron, sobre todo en el caso de Puebla donde Moreno Valle no podía darse el lujo de perder, por el contrario tenía que hacer valer su fuerza y voltear la votación. De los 6 mil votos ofrecidos a Cordero no llegaron ni la mitad.

"Fue como si alguien supiera quiénes iban a operar por Cordero", confió una fuente del equipo del perdedor, quien a eso de las 10 de la mañana estaba ya totalmente convencido de que la plaza había sido perdida, pues el 40 por ciento de los encargados no apareció.

De entrada se observa la crítica en algunos medios nacionales que consideraron que Moreno Valle fue presionado por el Gobierno Federal a través de la SEIDO, según destacó ayer Raymundo Riva Palacio en su "Estrictamente Personal" aparecida en Eje Central. Afirma que hay dos investigaciones "que duermen en los escritorios de la PGR sobre el gobernador de Puebla. Vaya usted a saber.

Con las elecciones del domingo se forma otro escenario para la sucesión presidencial. Acción Nacional ha demostrado tener estructura y poder de convocatoria y organización del voto.

Esa fuerza actuará en las elecciones de 2015 cuando se cambien diputados y otros cargos de elección popular. La maquinaria ha sido probada.

Pero aún así no le alcanza para ganar las elecciones presidenciales como fuerza única; necesita de las alianzas y del fracaso del gobierno de Peña Nieto.

O sea, Moreno Valle para ser candidato necesita de un "Plan B", sumar a otras corrientes de pensamiento, que no necesariamente partidos formales, de tal forma que una coalición de izquierda moderada pueda convivir con un PAN emergido de la guerra de lodo y de la corrupción, como lo denunció el lunes 19 de Mayo el frente "Panistas por México" integrado por ex gobernadores del país, encabezados por Fernando Canales Clariond, de Nuevo León. Puntualmente dijo de Madero: "no cuenta con el perfil que necesita el partido, pues no sólo no ha actuado contra la corrupción, sino que propició, toleró y se alió con quienes la practican".

La llamada "Tercera Vía" dentro del PAN asoma con esta declaración la cabeza a un nuevo escenario donde aparece como postor principal el gobernador de Puebla que le apuesta a la coalición y al fracaso del gobierno de Peña Nieto.

Lo mejor no ha sucedido, se está gestando.

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