Breve análisis de la reforma político electoral
- Juan Carlos Lastiri
Se han concretado las leyes secundarias que en materia político electoral dan forma a la Reforma Constitucional aprobada en el año pasado. De esta manera se cambia el marco normativo y se inicia una nueva era para México y los mexicanos en el tema de Elecciones. Como todo cambio, esto implicará una serie de ajustes que llevarán tiempo, tendrá áreas de oportunidad para mejorar los procesos electorales y dar el mayor agregado que se puede derivar de un proceso de maduración que fortalezca a la Democracia Nacional, es decir, la confianza del ciudadano.
Este parto no fue fácil, se aterrizó en un escenario ya de por si complicado. Las posturas de las fuerzas políticas llevaron a poner en riesgo todo el proceso y como consecuencia el año electoral que se avecina. En fin, el paquete de cambios y reformas es bastante grande y ambicioso tal y como fue aprobado. Veamos: Reforma al artículo 41 de la Constitución Federal, en donde se prevé la nulidad de la elección por uso indebido de alguna forma de comunicación de propaganda política, es decir solo se podrá contratar en los términos que establece la ley y en caso de demostrar que hubo formas incorrectas y el margen de diferencia entre candidatos es menor al 5% se anularán los comicios. Al ser Reforma Constitucional, está todavía pendiente de ser aprobada por los Congresos Locales, en un número de dos terceras partes.
Se crea la Ley de Partidos Políticos y la Ley General de Delitos Electorales en donde se contempla una causal de nulidad de elecciones y además se aprobó La nueva Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LEGIPE) que sustituirá al actual COFIPE como corazón de este nuevo marco normativo para los comicios en el país.
En el LEGIPE hay que resaltar tres aspecto primordiales: el recién creado Instituto Nacional de Elecciones (INE) tendrá la facultad de atraer cualquier proceso local que por condiciones específicas como riesgos de inseguridad, se ponga en peligro la correcta marcha de las elecciones; de igual se fundamente el voto de los mexicanos residentes en el extranjero y se regulan las candidaturas independientes, estableciendo como requisito previo un porcentaje de firmas de apoyo de la siguiente forma: para Presidente de la República un 1% del padrón electoral, 2% para diputados y senadores. De igual forma se establecen los derechos y obligaciones que deberán cubrir los ciudadanos que deseen participar como candidatos independientes.
En el mismo sentido se impulsaron algunas reformas complementarias tanto a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, con el objeto de endurecer las sanciones de los funcionarios que condicionen el voto o realicen cualquier acto ilegal, que en consonancia con las disposiciones de la Ley de Delitos Electorales, permitan ejercer mayores castigos a las conductas ilícitas que vicien las elecciones, sobre todo por parte de representantes del aparato gubernamental.
En verdad consolidar este marco normativo es nuevo ya que se pretende que esta sea la Reforma de Reformas en esta materia y no solo un parche más como se había hecho ya costumbre, derivado de que después de cada proceso se venía a implementar adiciones que supuestamente mejoraría el desarrollo de los comicios. Ahora se pretenden que esta serie de reformas y nuevas leyes mejoren considerablemente la competencia electoral y desterrar las prácticas viciadas y simulaciones que han venido dando al traste a las bien intencionadas leyes anteriores. Por ejemplo, ahora los medios de comunicación serán objeto de un escrutinio más severo en cuanto a las trasmisiones de notas informativas y en general de material, ya que se procurará que con este carácter se disfrazará un apoyo a determinado candidato, afectando la equidad dentro de un proceso. Así mismo es relevante que en el texto reformado ahora se sancionará la adquisición de tiempo fuera de lo señalado por la ley, ya que antes solo se hablaba de compra siendo que ahora el concepto abarca toda forma ya sea donación, permuta, renta, en fin.
El desafío es enorme y con poco tiempo, ya que falta poco más de un año para llegar al día de junio en donde será puesto a prueba este cambio fundamental de leyes y las instituciones consecuencia de las Reformas. Es indudable que no solo el cambio jurídico garantiza un nuevo estadio de la democracia, también será necesario un cambio de mentalidad para los que participarán en el proceso candidatos, partidos y gobiernos. Es responsabilidad de todos en trabajar en este tema. Mucho se ha avanzado pero también ha habido decepciones –la desintegración del IFE por ejemplo- ya que al concretar esta faceta del proceso renovador, dará pie a continuar con la implementación de las demás leyes reglamentarias.