Sin duda, desde el principio Madero no la tenía fácil al ir en pos de su reelección. Para empezar lleva a cuestas el peso histórico del apellido y la lucha de Francisco I. Madero contra todo intento de permanecer en el poder más allá de un período. Pero no me queda claro si al interior del PAN hay una férrea oposición a la reelección o a que específicamente sea Gustavo Madero el que se quede por más tiempo a la cabeza o a ambas cosas. Aunque los dos aspectos se parecen, no son lo mismo, pues lo primero va dirigido hacia cualquiera y lo segundo revela el descontento existente por la forma en que se ha conducido Madero y su círculo más cercano…
Los hechos, los mensajes y las encuestas están demostrando que si algo le está haciendo daño a Madero, acentuando el “no” a un segundo mandato, es justamente la avalancha de acusaciones y escándalos en que se han visto envueltos algunos de sus allegados, aunados a la actitud de no querer investigar lo ocurrido…
Cualquier análisis somero del escenario panista arroja como lectura que Gustavo Madero está imposibilitado para lograr algún consenso, por muy sencillo que fuese y quizá eso explica que haya apostado totalmente a la estrategia estructural, que por definición es vertical y enemiga de la participación, así como al flujo de recursos para ganar…
“La doble alianza de CorderOliva…”
Ya hemos comentado que los manuales de campaña aconsejan establecer dos alianzas en toda contienda electoral. Una es la de grupos y partidos, y otra es la de los votos en las urnas. Eso sería lo idóneo, pero de no ser posible ambas, los expertos recomiendan apostarse a la segunda porque finalmente son los votos los que determinan el resultado de una contienda…
Sin embargo, la dupla CorderOliva está demostrando que la regla anterior ha sido superada por la complejidad de la realidad política o al menos en parte. Sabiendo que Madero no tenía otra opción que aferrarse a una elección cupular, Cordero y Oliva se decantaron por una campaña de mayor contacto personal con la militancia panista, que es donde existe una aversión más profunda hacia la reelección de Madero. O si se prefiere: solo una estrategia “horizontal” podía “quebrar la columna vertebral” de Madero, que por naturaleza es “vertical”…
Buscar una alianza con el militante de a pie implica una dinámica participativa y de mayor impacto que la de tu adversario, pero también agotadora. Pero sin duda puede resultar satisfactoria y ahí están las distintas encuestas que indican una clara ventaja de la mancuerna de Cordero y Oliva…
De continuar así y si Madero siguiese “perdido en el espacio”, el 18 de mayo la dupla CorderOliva podría consolidar una gran alianza de votos en las urnas…
“La campaña del silencio…”
Ignoro si podrán encontrar alguna solución, pero uno de los problemas centrales de la estrategia cupular estriba en que cierras los oídos a la mayoría de los militantes que pide a gritos ser escuchado. Los estrategas de Madero parecen no haberse percatado del asunto, no previeron alguna alternativa y ahí están las consecuencias: “si no me escuchas, entonces te cambio”. Taparte los oídos cuando la contraparte quiere que le prestes atención, acentúa el deseo de cambio…
Al quedar Gustavo Madero en el centro de los dimes y diretes, todo apuntó a que la mayoría de los militantes lo iba a identificar como la causa de las divisiones partidistas. En el discurso, Madero carece de iniciativa y no por falta de capacidad, sino de margen. Ante el deseo de que las cosas cambien en el PAN, él no puede enarbolar la bandera del cambio porque es a él a quien desean cambiar. Sea o no verdad, tampoco puede asumir un discurso moralmente renovador porque sus críticos lo han acusado de consentir la corrupción por tratarse de gente identificada con él…
Al sellar pactos cupulares buscando ganar, Gustavo Madero quedó “atado de manos” para llamar a la participación de los militantes. Es más, las encuestas registran que de cumplirse el índice de participación prevista, le será muy difícil mantenerse en el cargo. He aquí una de las razones de que sus discursos y mensajes no impactan…
Por los errores estratégicos cometidos y por propia decisión, Madero se sumió en una campaña de silencios. No “escucha” pero no porque no pueda, sino por haberse circunscrito a la cúpula. No “habla” pero no por un impedimento, sino porque decidió no hablar de lo que inquieta a los panistas. Ese es su drama, ni más ni menos. ¿Podrán sus asesores encontrar una solución? Quizá, pero le queda poco tiempo…
“Pensé que ya no había hombres…”
El principal reto que tienen por delante Cordero y Oliva es cristalizar en las urnas las tendencias que señalan las encuestas que, como ya lo hemos comentado, excepto una, todas los ponen a la cabeza. Y la única que discrepa dice en su vitrina metodológica que el levantamiento fue “geométrico”, cuando toda encuesta debe evaluar segmentos significativos. ¿Sabían ustedes que hasta en los sondeos que se hicieron durante la asamblea del Consejo Madero perdió? Esto podría anticipar que muchos que le aplauden no piensan votar por él…
Los expertos afirman que, para lograr la alianza de votos en las urnas, debes fincar un consenso entre las partes y ese será el objetivo toral de Cordero y Oliva de aquí en adelante. Las encuestas dicen cuáles son los puntos centrales del mismo: no a la reelección, no a un segundo mandato de Madero, no a la corrupción, recuperar al partido, sí a la doctrina y a los principios, sí al cambio, no a ser incondicionales del PRI y un nuevo diseño programático…
Manuel Gómez Morín fundó el PAN sobre la base de un consenso de ciudadanos y grupos descontentos con lo que estaba pasando en México. Cuentan que cuando dijo a su madre lo que había hecho, además de alegrarse, la señora comentó: “pensé que ya no había hombre en este país”…
En el PAN se ha roto el acuerdo fundacional y entre los militantes hay un doble malestar: por la situación de México y de su partido. Está en riesgo la viabilidad del proyecto político y su identidad partidista. En mayo se juegan algo más que la presidencia y vamos a ver si al final hay mujeres que como aquella señora digan: “pensé que ya no había hombres en este país”…
“Lo que el viento se llevó…”
Parece que nadie lo ha notado, pero hasta el rechazo al proyecto presidencial de don Máximo pasó a segundo plano y esas son buenas noticias para él…
No faltan los maliciosos que sostienen que a eso obedecen sus recientes maniobras, pues estaría buscando que, de perder Madero la elección, se lleve consigo toda la carga negativa, incluyendo la de aquellos que se le oponen en su camino a la Presidencia…
De ser así, es posible que don Máximo haya entendido que así como en su momento tomó con éxito la bandera del cambio frente al panismo tradicional, la terminó perdiendo al no evaluar bien sus estrategas los efectos de una alianza con Madero, quedando la iniciativa del cambio en manos de Cordero y Oliva. Sería un verdadero juego maestro…
Hasta entonces…
Comentarios: confinespoliticos@yahoo.com
Opinion para Interiores:
Anteriores
Politólogo. Analista político y asesor. Especializado en historia y política mexicana, geopolítica y geoestrategia, Historia de las ideas políticas, teoría política y análisis de escenarios. Autor de la columna Confines Políticos