Rituales en Michoacán

  • Eduardo García Anguiano

La costumbre o ceremonia que se repite conforme a normas establecidas es rito.

Esta palabra que proviene del vocablo latino ritus expresa simbolismo y mito. Existen ritos festivos y los que se practican solemnemente. Los rituales se desarrollan de acuerdo a la costumbre y suelen ser dirigidos por algún tipo de autoridad formal, tradicional o carismática.

Cada sociedad tiene sus propios ritos y varían de acuerdo a su cultura, aunque los haya comunes como los funerarios que se practican para despedir al fallecido.

Recientemente nos enteramos de peculiares declaraciones sobre las tierras michoacanas: integrantes de los Caballeros Templarios extraían órganos a niños y corren versiones de que “El Chayo”, líder de la organización quien ya fue abatido, obligaba a comer corazones humanos en un rito, reveló el comisionado federal para la seguridad http://aristeguinoticias.com/1803/mexico/templarios-extraian-organos-a-ninos-hay-versiones-de-que-se-comian-el-corazon-castillo/

La declaración genera sorpresa, sin embargo, este tipo de situaciones que se antojan a broma, de ser ciertas no son inéditas en nuestro país, recordemos el caso de los “Narcosatánicos”, un grupo dirigido por Adolfo de Jesús Constanzo quien:

  • Nacido en Miami, practicaba el Palo Mayombe y llegó a la ciudad de México en 1993.
  • Se convirtió en el líder de un culto iniciado en Matamoros que era practicado por capos, estilistas, músicos y cantantes famosos de la época, incluso por oficiales de policía.
  • Vendían drogas, realizaban ceremonias ocultas, secuestraban y asesinaban personas para usarlos en sacrificios humanos.
  • En busca de un norteamericano desaparecido, dieron con los “narcosatánicos” en un departamento de la colonia Juárez de la ciudad de México. La historia puede leerse en: “Los narcosatánicos de Matamoros y otros crímenes espeluznantes”, libro de Tomás Doreste, del Grupo Editorial Planeta, 1995.
  • Antes de ser detenidos los cómplices de Adolfo de Jesús lo mataron y Sara Aldrete, su amante, fue sentenciada; ya en la cárcel escribió sus memorias que fueron publicadas por Plaza & Janés cuyo título es: “Me dicen la narcosatánica” http://escritoconsangre1.blogspot.mx/2009/06/adolfo-de-jesus-constanzo-y-sara.html

Las anteriores líneas nos recuerdan acontecimientos que forman parte de las historias de nota roja. No conocemos la confirmación de los supuestos ritos en Michoacán, no obstante, poco ayudan a la difícil situación en la entidad, de no ser por difundirlos como intento para despertar repulsión hacia el grupo templario.

 

En la batalla por las mentes y los corazones de los michoacanos pueden emplearse muchas y variadas estrategias, las ideológicas fundamentalmente; pero recurrir a la explotación el pensamiento salvaje en la búsqueda de racionalizar mitos y ritos, es un camino sin retorno cuyo destino es desconocido.

 

Eduardo García Anguiano

@EGAnguiano

20 de marzo de 2014

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Eduardo García Anguiano

Sociólogo y maestro en Administración Pública. Ha laborado en el gobierno federal y gobiernos locales en áreas de seguridad y gobierno. Ha sido profesor en la Universidad de las Américas Puebla, el IMIDECIP y el INAP. Escribe la columna Operación Seguridad.