México en torno al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)

  • Alejandro Armenta Mier

 

El 1 de enero de 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) -que firmó México en noviembre de 1993- creando una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo y estableciendo la base para un crecimiento económico fuerte y mayor prosperidad para Canadá, Estados Unidos y México; siendo sus objetivos el promover las condiciones para una competencia justa y el incremento de las oportunidades de inversión.

El TLCAN es un acuerdo que establece reglas sobre el intercambio comercial de bienes y servicios entre Canadá, Estados Unidos de América y México. Por lo que existen una serie de instituciones que tienen a su cargo la responsabilidad de vigilar el cumplimiento y garantizar la adecuada interpretación e implementación de sus disposiciones.

Desde que entró en vigor el TLCAN, los niveles de comercio e inversión de las tres naciones se han incrementado, generando un crecimiento económico sólido y constante, la creación de nuevos puestos de trabajo y una mayor variedad de servicios y bienes de consumo a mejores precios.

México, Canadá y Estados Unidos han logrado reducir las barreras al comercio trilateral y generar certidumbre para los negocios a través de reglas claras y mecanismos para asegurar su cumplimiento en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Sin duda, la progresiva eliminación de barreras al comercio y la apertura de los mercados han favorecido el crecimiento económico y la prosperidad en los tres países, y brinda a las empresas de América del Norte un mejor acceso a los insumos, materia prima, las tecnologías, los capitales de inversión y los talentos disponibles en toda la región.

En México, durante los últimos 19 años, el TLCAN ha señalado cómo el libre comercio favorece al incremento de la riqueza y la competitividad. Entre 1993 y 2005 la economía mexicana creció 39.8% en términos reales. México es la décima potencia comercial del mundo y la primera exportadora de América Latina, al representar alrededor del 40% del total de las exportaciones en la región.

De acuerdo a datos de la Secretaría de Economía, la zona de libre comercio creada por el TLCAN representa un mercado potencial de 406 millones de habitantes que producen más de 11 billones de dólares en bienes y servicios. Las tres naciones comercian trilateralmente mil 800 millones de dólares cada día.

El comercio entre los países del TLCAN creció 128%, lo que significó pasar de 297.000 millones de dólares en 1994 a 676 mil millones de dólares al año 2000.

Además ha permitido ampliar las opciones de consumo en México, actualmente existe una gran variedad de productos de una diversidad de marcas. Esto hace que cada vez los productos tengan una mayor calidad y precios más competitivos, beneficiando a los consumidores mexicanos.

El tratado le dio a México acceso a un mercado de más de 325 millones de personas que concentra el 31% del ingreso mundial. La productividad de los trabajadores mexicanos en la industria manufacturera se incrementó en 69.6. Siendo que uno de cada seis empleos está relacionado con la actividad exportadora, empresas que pagan salarios 37% superiores a los de empresas no exportadoras. Además, casi dos millones de empleos corresponden a empresas con inversión extranjera directa (IED), donde los salarios son 28% superiores a los pagados por empresas sin IED.

Sin embargo, a pesar de las ventajas, el contexto mundial ha cambiado en la última década y la región de América del Norte enfrenta nuevos retos, como la creciente competencia en el entorno internacional y las nuevas condiciones que se presentan en los distintos sectores –productivo, financiero, político y de seguridad- de los tres países que conforman el TLCAN.

Esto hace indispensable el surgimiento de nuevos mecanismos que permitan enfrentar estos retos, por lo que es necesario diseñar nuevos instrumentos de cooperación entre México, los Estados Unidos y Canadá.

Si bien, se llevan a cabo iniciativas trilaterales -Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte- y bilaterales -Sociedad para la Prosperidad entre México y los Estados Unidos, y Alianza México-Canadá- con el fin de profundizar aún más la integración de América del Norte, el gobierno de la República reconoce los grandes retos en los diferentes sectores del país, necesarios para lograr asimilar los beneficios del TLCAN e implementar estrategias que permitan unir esfuerzos y fortalecer los mecanismos que le permitan incrementar la productividad y obtener una economía competitiva y generadora de empleos.

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Alejandro Armenta Mier

Maestro en Administración Pública, presidente del Senado de la República y presidente de la Comisión de Hacienda. Más de 34 años de su vida dedicado al servicio público. Mis principios: ser útil, agradecido y acomedido.