Los habitantes de San Andrés Cholula son desechables; ni entienden eso del desarrollo y ni conocen la zona de Angelópolis, pues están inmersos en su cultura y tradiciones ancestrales y en salir por la tardes a beber cerveza y brandy de mala calidad en cualquier esquina, sin ser molestados por la policía, elementos por cierto igual de borrachos que todos.

 

Serán los diputados locales quienes cargarán con la crítica y pasajera oposición de los sanandreseños, ahora que les arrebaten su territorio. A final de cuentas, los legisladores tendrán su buena paga por aprobar lo que deben aprobar. Son diputados y por lo tanto obedientes.

 

Lo único que están haciendo es darle vueltas al asunto y de manera astuta, al más puro estilo de Moreno Valle, disfrazando la decisión que tiene tomada desde que llegó al gobierno en el 2011. El territorio más productivo de San Andrés pasará a ser territorio de Puebla y ya, porque así lo manda el señor y quién se le va a oponer.

 

Las universidades cumplen su papel de hacer un dizque estudio para determinar a qué municipio le favorece tener el territorio, pero determinarán que Puebla es la ciudad ganadora. Así se ha decidido y se hará.

 

El negocio es sencillo:

 

1.-  A San Andrés se le queda el manejo de los antros para que sus funcionarios y alcalde administren la corrupción y reciban su “mochada” (alcohol, drogas, prostitución, vialidad).

 

2.- A Puebla se le queda el cobro del predial y las licencias de construcción de toda la zona de Angelópolis, que dicho sea de paso será administrada por el gobierno municipal de Antonio Gali Fayad por ahora alcalde electo y candidato oficial del morenovallismo, sin rival alguno, a gobernador del Estado para el 2018.

 

El Verdugo

 

 

Gracias.