Consumismo en medio de la crisis

  • Alejandro Armenta Mier
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La economía de los mexicanos se mueve en la paradoja de la capacidad de compra contra el ingreso que se recibe para subsanar las necesidades básicas en los hogares. El “poder comprar” se ve superado por el “poder tener”, lo más grave es que éste último concepto va más allá de lo prioritario, va a la adquisición del estatus reflejado en artículos innecesarios o en endeudamientos a través del dinero plástico.

Tal paradoja, incluso se refleja en las cifras oficiales del INEGI con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios y Departamentales (ANTAD). Mientras el INEGI reportó que las ventas al por menor mostraron una caída de -2.2% en términos reales en el periodo de agosto de 2012 al mismo mes de 2013 ANTAD reporta un crecimiento de 2.9 %.

En 2012, los mexicanos se echaron a cuestas deudas con la banca comercial por más de 101 mil 600 millones de pesos para adquirir bienes de consumo, tanto cotidiano como duradero. Informes del Banco de México revelan que el endeudamiento considerado como crédito al consumo fue el sector más dinámico y de mayor crecimiento de todo el financiamiento otorgado por la banca comercial que opera en el país.

Siendo el saldo vigente a noviembre del 2012 se ubicó en 589 mil 800 millones de pesos contra los 488 mil 200 del año 2011; dentro de este componente, el crédito contraído con tarjetas de crédito como medio de pago llegó a 266 mil 300 millones de pesos (2012) -nivel sin precedente- ni siquiera el reportado antes de que estallara la crisis de 2008.

En el 2013, la deuda promedio de los hogares mexicanos con la banca comercial tocó su mayor proporción respecto al Producto Interno Bruto (PIB) desde la crisis de 1995, al ubicarse en 1.07 billones de pesos en el primer semestre del año, es decir el 7% del valor del PIB (Banxico). Es así que el 57.8% de la deuda de los familias con la banca corresponde al consumo y el 42.2% restante es del financiamiento a la vivienda.

En cuanto a las tarjetas de crédito, hay una cartera vencida de 71%, lo que significa que de 100 personas, sólo 29 están al corriente. Este panorama nos indica la importancia de fomentar una cultura de consumo en donde gobierno propicie educación del consumo responsable además de educación financiera, que permita a la población desarrollar estrategias y planes económicos personales, al conocer su capacidad de endeudamiento sin correr riesgos de caer en la morosidad o en el impago.

A razón de ello, el Día Mundial sin Compras (por sus siglas en inglés BND, Buy Nothing Day, "Día de no Comprar Nada") es una jornada de protesta en contra del consumismo llevada a cabo por activistas sociales el 25 de noviembre de todos los años.

Este acontecimiento intenta que la sociedad tome conciencia de lo que algunos ven como los hábitos de consumo derrochador en los países del primer mundo.   En los últimos años, el movimiento ha ganado activistas también pueden participar en manifestaciones para impedir visitar centros comerciales y otras formas de expresión radical, así como adeptos entre los movimientos contra el cambio climático, quienes argumentan que para detener este fenómeno el primer mundo debe cambiar sus hábitos de consumo.

En ese contexto, es importante que la población mexicana se dé cuenta de que lo más importante es comprar y consumir aquello que es necesario, mientras que debe de aprender a prescindir de todo aquello que no tiene ningún valor, y a no utilizar de forma excesiva las tarjetas de crédito, que finalmente propician el endeudamiento.

Cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) señalan que de cada tres pesos que la banca presta a los hogares en el consumo, uno se destina al endeudamiento con tarjeta de crédito. Uno de cada cuatro pesos corresponde al crédito de nómina, el 23% para préstamos personales el 14% para la adquisición de automóviles y el resto para otros rubros.

Además será importante difundir información generada por instituciones como la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) o el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a fin de que la población mexicana pueda tomar decisiones correctas sobre el consumo.

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Alejandro Armenta Mier

Maestro en Administración Pública, presidente del Senado de la República y presidente de la Comisión de Hacienda. Más de 34 años de su vida dedicado al servicio público. Mis principios: ser útil, agradecido y acomedido.