Cinco prospectos para el PRI

  • Carlos Macías Palma

De entre los diputados federales poblanos habrá de surgir el nuevo dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional. Bajo observación del comité nacional se encuentran perfiles como el de Enrique Doger Guerrero, Rocío García Olmedo, Víctor Díaz Palacios, Jesús Morales Flores y Javier López Zavala.

Ahora, lo que a cada uno de ellos corresponde es manejarse con cabeza fría y pies de plomo para que la evaluación sea aprobada no sólo por César Camacho Quirós el presidente tricolor, sino por el mismo Presidente Enrique Peña Nieto y el Secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong.

Independientemente de las relaciones personales y políticas con que cada uno de los prospectos cuente con el equipo de gobierno, habrá de tomarse en cuenta la trayectoria local y el buen ambiente del que puedan gozar de entre los grupos poblanos. Es decir, tener, como se dice en política, “muy buenos amarres”.

Para el PRI nacional y la importancia que tendrán las elecciones federales del año 2015 es necesario construir o reconstruir un partido sólido a nivel local, en particular después de la paliza que el gobernador Rafael Moreno Valle les arrimó en la reciente elección municipal y legislativa. Y para ello, desde el centro de la República se han puesto como proyecto tener un liderazgo representativo.

Víctor Díaz Palacios además de secretario de Desarrollo Rural ha sido diputado federal, con la actual, en tres ocasiones.

Rocío García Olmedo ha sido dirigente de las Mujeres priistas, diputada local y ahora diputada federal.

Jesús Morales Flores es por tercera ocasión diputado federal y ha sido funcionario federal de bajo nivel, pero secretario de Educación Pública también y legislador local.

Enrique Doger Guerrero ha despachado como alcalde de Puebla y rector de la BUAP además de ser diputado local con licencia. A su favor o como un “plus”, cuenta con que las dos elecciones en las que ha competido las ha ganado y en la capital del Estado.

Javier López Zavala ha sido secretario de Gobernación y de Desarrollo Social, desde donde construyó la candidatura a la gubernatura, que perdió frente a Moreno Valle.

Ya vemos que por curriculum y experiencia no paran. Ahora, les falta convencer a los grupos priistas locales para sumar y no restar.

En sus manos y talento está, el ser considerados para una posición política importante, de privilegio y de retos. Y vaya retos. Pero en sus manos también está una derrota si a cambio de la prudencia impera la desesperación, si en lugar de la humildad se impone la soberbia, si a cambio de la unidad, se privilegia el sectarismo de grupos. Ser incluyente, es la clave.
Allá ella y ellos.
 
El Verdugo

El único que no va a opinar en la sucesión del dirigente priista de Puebla, será el ex gobernador Mario Marín Torres. El Verdugo dice: capaz que le pide una comisión del 20 por ciento.

Gracias.
 

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