La Selección, el América, el PRI y el Buen Fin

  • Marcelino León Ochoa
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“Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos”.

Nicolás Maquiavelo

Aunque suene a título de las Crónicas de Narnia, estos cuatro conceptos tienen mucho en común. Para empezar, la Selección y el América ya son uno mismo como dijera Timbiriche y ambos coinciden con la verborrea priísta de que son los redentores de la Patria y casi casi, lo mejor que le ha pasado a México. Y eso de “casi” lo digo yo, porque no puedo aceptar aquello de que el país y sus instituciones y su progreso y su democracia y sus libertades se los debemos al PRI.

Para desgracia de muchos, el PRI y el América están viviendo su momento y no hay quién los aguante. Eso incluso les permite tomar atribuciones que no les corresponden y se burlan de las circunstancias. No sé usted, amable lector (a) pero sospecho que la crisis económica del país como la crisis futbolera, han sido deliberadamente provocadas.

Pues así como han provocado la ira de los aficionados al futbol las malas actuaciones del Chepo de la Torre, los futbolistas que juegan en Europa y los directivos de la FMF, así ha provocado el PRI el descontento de empresarios, clase media y otros sectores sociales con su reforma fiscal, ahhh pero todavía se atreven a decir que en el 2015 ganarán las elecciones, como ahora nos vienen a decir que gracias al equipo América, iremos al mundial.

Es decir, una vez más se crean las circunstancias adversas para convertirse en redentores y son capaces de llevar al límite al país, con tal de obtener sus objetivos y eso responde a una máxima más de Maquiavelo que dice: “en general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven”.

Y aquí enlazo el último concepto mencionado, el Buen Fin con el PRI, el América y la Selección. Aunque el Buen Fin no es algo propio de este gobierno, representa una tremenda apariencia. Así como a algunos se les ocurrió autonombrarse salvadores de la Patria y diseñadores de la misma, a alguien se le ocurrió inventar “el fin de semana más barato del año”.

La mercadotecnia está a todo lo que da y las rebajas increíbles de millones de productos son a nuestros ojos tan apetecibles que hasta parecen ciertas y no comprarlas sería un error.

Así como nos dice el gobierno de la República que la reforma fiscal es correcta porque es lo justo, también se nos dice que firmar ahora y pagar en febrero del 2014 es lo correcto. Seguramente algunos estarán de acuerdo conmigo en que el Buen Fin es una tomada de pelo, pero les aseguro que a partir de este jueves veremos largas filas en comercios y tiendas departamentales, pues la euforia por comprar y hacerse de cosas es tan grande como la de aceptar al América convertido en la Selección Mexicana de futbol que califica al mundial de Brasil y agradecérselo o creer que el PRI está cobrando más impuestos a los que más ganan para dárselos a los que menos tienen.

Ante esta situación de “bonanza” no debemos olvidar que como dice Benedetti “desenamorarse es ver el cuerpo como es y no como la otra mirada lo inventaba”. Recordemos que las apariencias, tarde o temprano terminan.

O en palabras más mundanas, como dice Arjona, “el problema no es que mientas… el problema es que te creo.

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Marcelino León Ochoa

Politólogo. Maestro en Gestión Pública. Coordinador de asesores del grupo de regidores PAN.

Catedrático en UPAEP. Ex regidor del Ayuntamiento de Puebla 2011-2014