La tolerancia

  • Alejandro Armenta Mier
Componente fundamental del respecto a los derechos humanos y para el logro de la paz.

En su forma más simple y básica, la tolerancia consiste en reconocer a los demás el derecho a que se respete su persona e identidad; siendo ésta, la calidad esencial mínima de las relaciones sociales que permite descartar la violencia y la coerción en una sociedad.

Sin tolerancia, la paz no es posible. Con tolerancia es posible hacer realidad numerosas posibilidades humanas y sociales -y en particular la evolución de una cultura de paz-;  por lo que el Día Internacional para la Tolerancia se celebra todos los años el 16 de noviembre con actividades dirigidas tanto a los centros de enseñanza como al público en general.

Debemos tener presente que vivimos en un mundo cada vez más globalizado, en el que las sociedades son cada vez más diversas, por lo que la tolerancia es fundamental para la convivencia.  Sin embargo, en un contexto de presiones económicas y sociales, la tolerancia se está sometiendo a prueba, ya que encontramos a algunos intentan destacar las diferencias y los temores a fin de avivar el resentimiento de las minorías, los migrantes y las personas menos favorecidas.

Para contrarrestar el aumento de la ignorancia, el extremismo, la intolerancia y los actos basados en el odio, la mayoría moderada debe hacerse oír en defensa de los valores compartidos, en contra de todas las formas de discriminación, el respeto de los derechos humanos y el intercambio de culturas para el entendimiento mutuo.

Tras la celebración en 1995 del Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia -proclamado por iniciativa de la Conferencia General de la UNESCO- el 12 de diciembre de 1996,  la Asamblea General aprobó la resolución 51/95, por lo que invitó a los Estados Miembros a que el 16 de noviembre de cada año observaran el Día Internacional para la Tolerancia.

Compromiso que se ratificó en la Cumbre Mundial del año 2005, donde los Jefes de Estado y de Gobierno reafirmaron su compromiso de fomentar el bienestar, la libertad y el progreso de los seres humanos en todas partes, así como de alentar la tolerancia, el respeto, el diálogo y la cooperación entre diferentes culturas, civilizaciones y pueblos.

En la promoción de estos valores debemos tomar como fuente de fortaleza y referencia la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, implementando la tolerancia como una condición para la paz, una fuerza que dé impulso a un mundo cada vez más interconectado y armonioso, que permita la aceptación de las diferencias entre las personas, el entendimiento y el reconocimiento de la diversidad.

México es un país en donde cohabitan una gran diversidad cultural, religiosa, política y social. Por lo que, para garantizar un futuro mejor, es trascendental generar una actitud positiva hacia los demás bajo un entendimiento de igualdad, aceptación libre de prejuicios y dogmas; abriendo nuestro panorama a otras formas de pensar, a otras concepciones y opiniones.

El Gobierno de la República a través de políticas y los programas educativos pretende contribuir al desarrollo del respeto, el entendimiento, la solidaridad y la tolerancia entre los individuos y sus comunidades para fomentar la convivencia armónica. Además de muchos mexicanos que trabajan día a día por la construcción de un mejor y más justo país por medio de organizaciones civiles o sin fines de lucro, pretendiendo generar un proceso de reflexión hacia una acción social. Ejemplo de ello, es el Museo de Memoria y Tolerancia en la Ciudad de México, un espacio donde se exhibe la gran diversidad de nuestro país, haciendo especial referencia a los pueblos indígenas y a las migraciones que han contribuido al enriquecimiento cultural de nuestra nación.

Sólo generando sinergias entre las diversas dependencias gubernamentales, las organizaciones civiles, empresariales e instituciones académicas podremos lograr el México en paz, en el que la tolerancia y el pluralismo sean elementos inseparables en la promoción y protección de los derechos humanos.

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Alejandro Armenta Mier

Maestro en Administración Pública, presidente del Senado de la República y presidente de la Comisión de Hacienda. Más de 34 años de su vida dedicado al servicio público. Mis principios: ser útil, agradecido y acomedido.