Juventud mexicana: panorama y compromisos

  • Alejandro Armenta Mier

En 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud, celebrándose por primera vez en el año 2000 con el propósito de revisar los alcances del Programa de Acción Mundial para los Jóvenes (PAMJ) aprobado en 1995 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Actualmente, los jóvenes representan el 18% de la población mundial, es decir  1.296 millones de personas; el 87% de ellos viven en países en vías de desarrollo -en donde Asía representa casi el 60% y el 23% restante vive en regiones de África, América Latina y el Caribe-; en 2025 el número de jóvenes viviendo en los países en vías de desarrollo alcanzará el 89.5% de acuerdo a las prospectivas poblacionales.

En ese contexto,  hay que tomar en cuenta que los jóvenes  afrontan problemas generados por el acceso limitado a los recursos, el empleo, las oportunidades económicas además de acceso limitado a los servicios públicos como el suministro de agua potable, las carreteras, la asistencia sanitaria y la educación.  Según el Informe sobre el Estado de la Juventud Mundial 2005, se estima que aproximadamente 11 millones de jóvenes viven con menos de 1 dólar por día y, 27.2 millones con menos de 2.

En México residen 20.2 millones de personas entre 15 y 24 años de edad, de los cuales 10.4 millones son adolescentes (de 15 a 19 años) y 9.8 son adultos jóvenes (de 20 a 24 años); siendo que en México la población considerada como jóvenes oscila entre los 15 y 29 años, suman casi 30 millones que representan cerca de la quinta parte de la población total del país, la cual ascendió a 108.4 millones de acuerdo al último censo en 2010.

Los proyectos gubernamentales que han pretendido resolver los problemas nacionales en los últimos años se han desentendido de las necesidades específicas de este sector de la población.

Los datos publicados por instancias oficiales nacionales e internacionales describen la problemática que vive la juventud en México: 30.3 millones de menores de edad viven con al menos una carencia social, 53.8% padecen pobreza y 25.3% sufren inseguridad alimentaria.

Según CONEVAL Y UNICEF, 5.1 millones de niños y adolescentes viven en pobreza extrema el 47.1% de los jóvenes trabaja, sólo el 26.7% estudia y el restante 26%(7.5 millones) no estudia ni trabaja.

En materia educativa, hay mucho por hacer pues 12.4 millones de jóvenes entre 15 y 24 años no van a la escuela. Más del 90% de los aspirantes a ingresar a la UNAM son rechazados, situación similar se replica en la educación superior a nivel nacional; de los que ingresan sólo se titula el 39% (ANUIES 2008), lo que representa el 12% de los que ingresaron a la educación básica. Para los egresados de educación superior el panorama es desalentador ya que en la última década 40% están desempleados, en el subempleo o trabajan en una actividad ajena a su carrera.

En el mundo laboral, la OIT documenta que el 53% de los desempleados en México son jóvenes; de los que trabajan, el 40% gana menos de dos salarios mínimos y la tercera parte percibe hasta un salario mínimo. El promedio salarial mensual de un egresado de maestría o doctorado es de 9 mil 272 pesos (ANUIES 2012).

Además México tiene el tercer porcentaje más alto de jóvenes que no estudian ni trabajan, entre los 34 países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), solo por debajo de Turquía e Israel. El informe del panorama de la educación 2013 de la OCDE revela que el 24.7% de los jóvenes mexicanos de 15 a 29 años no tienen trabajo ni asisten a la escuela, un nivel que se ha mantenido por casi una década.

Los Estados Miembros de las Naciones Unidas son conscientes de que los jóvenes son un recurso humano fundamental y agentes efectivos del cambio para promover el desarrollo económico, social, tecnológico. Siendo que la  juventud es la etapa en la cual los individuos se incorporan a la actividad económica, inician su vida en pareja y empiezan su reproducción, lo que implica en términos de política pública el enorme desafío de garantizar la satisfacción de sus necesidades y así  permitirles mejorar su calidad de vida y potencializar sus capacidades.

Consciente de ello y de que la juventud en México representa una oportunidad para el desarrollo económico y social del país -ya que es un sector vital-, el Gobierno de la República promueve acciones de cambio que permitan impulsar este desarrollo y generar cambios estructurales en la sociedad mexicana, que finalmente repercutirán positivamente en estos indicadores que hoy parecieran mostrar un futuro poco alentador.

Por lo que serán importantes las reformas y las estrategias promovidas por nuestro actual Gobierno y que impactan en este tema crucial para alcanzar un México prospero, equitativo y justo en el marco de los derechos humanos, de la multiculturalidad e igualdad de género.

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Alejandro Armenta Mier

Maestro en Administración Pública, presidente del Senado de la República y presidente de la Comisión de Hacienda. Más de 34 años de su vida dedicado al servicio público. Mis principios: ser útil, agradecido y acomedido.