La Musique universelle

  • Rosa María Lechuga
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La música como lenguaje universal ha demostrado que es muy sabia al momento de comunicar sentimientos, acciones, belleza, tragedias, algún evento inesperado sin letras ni protocolos de por medio. Sin importar que tipo de música sea, los sonidos logran su objetivo: liberar el espíritu y el alma.

Toda comunicación verbal y no verbal tiene un objetivo y una misión, un canal preestablecido y un resultado por dar.

Y la música genuina es un boleto sin regreso hacia la libertad, hacia el misticismo y la genialidad.

La vie sans musique n’est pas vie!”

Mónica Guillén encabezó al lado del Mtro. Fernando Lozano Rodríguez, la Orquesta Sinfónica  y el Coro Normalista del Estado de Puebla un concierto plagado de amor, de paz, de sonidos que te llevan a la gloria.

4 piezas fundamentales en una línea horizontal de comunicación: la guía, quién lo comunica y las herramientas para comunicarlo.

Soprano, director artístico, orquesta y coro, figuras clave cuyo desempeño es fundamental para recibir el mensaje de cada nota musical.

Ella soberbia y transparente, enfundada en un vestido morado  con una entrega total se llevó la noche, su voz y su carisma –dos signos de un verdadero artista en el ámbito musical- comprobaron porqué es reconocida a nivel mundial.

La magia con la que cantó la soprano educada en el conservatorio de Viena sólo lo permite la “versatilité” de su voz técnica, pero al mismo tiempo la espontaneidad de sus gestos y de su postura como cuando interpretó “Kirie Eleison” o “Agnus dei “.

Y es que para lograr un verdadero canal de comunicación entre el público y el artista tener una voz versátil, espontánea y segura de sí misma, es inevitable esa conexión.

Fernando Lozano Rodríguez ataviado con el riguroso traje de etiqueta que hizo acompañar de un bello corbatín color negro, -y aunque un chaquet hubiera estado ad hoc- con sus manos y su enorme fuerza concentrada en el rostro, hizo una y otra vez vibrar el corazón de Puebla, la catedral en toda su majestuosidad.

Un hombre sereno con su experiencia y educado en París, logró dirigir tanto a la soprano como al coro y la orquesta presenciando una danza uniforme de instrumentos desde la flauta hasta el saxofón, de las violas al vilonchelo.

Ese es el sello personal de Lozano Rodríguez, su disciplina y su pasión sobre todo en las entradas de cada pieza.

Una obra que no puede ser completa sin el coro, cuerpo único que da soporte a la voz de la soprano Mónica Guillén.

Las integrantes del coro, uniformadas con un azul turquesa en la vestimenta que hacía juego con el dorado que invade y llena la catedral, ubicados en el fondo del escenario –en el altar mayor-, y ellos, de traje en color negro incluso algunos usando tirantes y también de corbatín,  completaban la foto perfecta de la noche con su entrega y profesionalismo.

Azul turquesa-dorado-negro-morado, una combinación que interpretando el significado de cada uno, une fortuna-elegancia- transformación y el empezar de nuevo con fuerzas e ideas renovadas

Esa es la fuerza de comunicación de la música.

Esa es la fuerza de comunicación de los colores.

Y es que un simple concierto de música devino en una oportunidad de entender los mensajes cifrados en notas graves o agudas.

Visualmente la soprano y el coro fueron agradables para la pupila mientras la orquesta sinfónica y el director artístico lograron una obra tan delicada como las alas de los ángeles, los Ángeles de Puebla.

El movimiento de los instrumentos, el efecto visual de los colores, la iluminación en un tono azul celeste, la voz de Mónica Guillén, totalmente en sintonía y revelando un alma como ella misma me dijo: “Es un lugar que te da tranquilidad, un lugar donde mi alma es pura y transparente”.

Nada fácil comunicar lo que tu alma siente, pero nada es imposible y la música así como el amor, todo lo puede.

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Rosa María Lechuga

Pahuateca de corazón, radicada en París. Asistente de investigación Centro de Investigaciones Políticas “CEVIPOF” en Sciences Po Paris. Ganadora del Premio Nacional de Investigación Social y de Opinión 2015 (CESOP) Corresponsal e-consulta