Salvador Novo, nacido el 30 de julio de 1904, dejó una huella en la historia literaria de México. Con una vida marcada por su valentía personal y literaria, Novo destacó por su autenticidad y su defensa del derecho a la diferencia, incluyendo su orientación sexual.

El mexicano fue uno de los más importantes cronistas y poetas del siglo XX mexicano, con una obra que sigue siendo relevante hasta hoy.  

Novo formó parte de un círculo intelectual de vanguardia. Junto a otros grandes como Xavier Villaurrutia, fundó en 1927 la revista Ulises, y poco después participó en la creación de Contemporáneos, un grupo literario que revolucionó las letras mexicanas de la época. Su vasta obra, cargada de inteligencia, humor y finas dosis de sarcasmo, incluye títulos como La culta dama, Cocina mexicana, y Los paseos de la Ciudad de México.  

En su faceta como cronista de la Ciudad de México, Salvador Novo se desempeñó como testigo y narrador de la vida urbana. En 1965, fue nombrado Cronista de la Ciudad de México, y dos años más tarde recibió el Premio Nacional de Literatura. Su estilo único combinaba una mirada profunda sobre la ciudad con un talento para la observación y la ironía.  

Además de su labor literaria, Novo fue un experto en gastronomía, un tema que exploró con pasión y precisión en obras como Cocina mexicana. Esta combinación de intereses y su capacidad para reflejar la sociedad de su tiempo lo convirtieron en una figura única y un referente en diversas disciplinas.  

El 13 de enero de 1974, Salvador Novo falleció a los 69 años, dejando un legado en la cultura mexicana. (LV)