• Cultura

Reseña | Libros: En agosto nos vemos de Gabriel García Márquez

  • Emilia Rojas
La obra del escritor colombiano aborda la historia de Anna Magdalena Bach quien se cuestiona sobre la importancia de la fidelidad
.

“Volvió a la isla el viernes 16 de agosto en el transbordador de las tres de la tarde. Llevaba pantalones vaqueros, camisa de cuadros escoceses, zapatos sencillos de tacón bajo y sin medias, una sombrilla de raso, su bolso de mano y como único equipaje un maletín de playa”.  

Bienvenidos a este espacio de colaboración con el periódico e-consulta. Esta semana escribo sobre la novela En agosto nos vemos del escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez. El autor nació en Aracataca, Colombia en 1927 y falleció en México en 2014. Estudió Derecho y periodismo en la Universidad Nacional e inició su carrera como periodista en el diario El Espectador de su país natal.

A los 25 años publicó su primera novela La Hojarasca y el 1967 sale a la luz Cien Años de Soledad, obra maestra del realismo mágico y de la literatura universal. García Márquez fue miembro del boom latinoamericano. En su larga trayectoria escribió once novelas, cuatro libros de cuentos y una extensa obra periodística. Destacan El Otoño del PatriarcaCrónica de una muerte anunciadaEl amor en los tiempos de cóleraEl general y su laberintoDel amor y otros demonios Los Doce cuentos peregrinos.

En agosto nos vemos es una novela corta que habla de Ana Magdalena Bach, una mujer de cuarenta y seis años y “veintisiete de un matrimonio bien avenido con un hombre que amaba y la amaba” Ella, se casó muy chica con Doménico Amaris, y ni siquiera pudo terminar la carrera porque llegaron dos hijos. El primero de ellos un chelista que poco a poco tomaba renombre y la segunda, una bohemia que deseaba entrar a la Orden de las Carmelitas Descalzas. Ella pareciera ser feliz, no obstante, la libertad que experimenta en sus viajes a una isla del Caribe hace que se replanteé su vida.

Cada año en el mes de agosto, Ana Magdalena Bach viaja sola para llevar gladiolos a su madre muerta. Ella tomaba el trasbordador y después de cuatro horas llega a su destino. El ritual por mucho tiempo fue el mismo: Tomar un taxi viejo, registrarse en un hotel “viejo y desmerecido” cerca de la laguna, comprar los gladiolos a una “negra grande” y después dirigirse al cementerio de pobres que se encontraba en lo alto de la colina. Quitaba la hierba, limpiaba la tumba y “le hacía a su madre el recuento del año”. Ana Magdalena se había impuesto el visitarla, aunque nunca entendió el por qué su madre, “tres días antes de morir”, pidió fuera enterrada en esa isla de “pescadores negros con el brazo mutilado”.

Después de cumplir con la promesa que se había impuesto, ya no tenía nada qué hacer, así regresaba al viejo hotel. Leía un rato libros como Drácula de Bram StokerEl día de los trífidos de John WyndhamCrónicas marcianas de Ray Bradbury o El diario del año de la peste de Daniel Defoe. Por la noche bajaba al bar y ordenaba “el mismo sánduiche de jamón y queso, pan tostado y café con leche”. Y mientras cenaba escuchaba la música que tocaban y al día siguiente, muy temprano, se bañaba para tomar el transbordador de regreso cuestionándose. ¿Acaso la fidelidad es para siempre?

Foto: Solo Literatura (2017)

Foto: Solo literatura (2017) 

¿Por qué leer En agosto nos vemos

En agosto nos vemos es la novela póstuma de Gabo, la que “en un acto de traición de sus hijos” fue publicada en marzo de este año. Rodrigo y Gonzalo García Barcha escriben en el prólogo: “En su momento, sólo sabíamos de la sentencia final de Gabo. Este libro no sirve. Hay que destruirlo”. Tuvieron que pasar varios años para que sus herederos decidieran compartirla esperando que, si los lectores “lo celebran, es posible que Gabo les perdone”. El libro está estructurado en un prólogo, seis capítulos seguidos de una nota de editor y cuatro páginas facsimilares del manuscrito original.

El primer capítulo ya había sido leído por el autor el 18 de marzo de 1999 en el foro de la Sociedad General de Autores (SGAE) celebrado en la Casa de América.  Gabo dijo que estaba trabajando en la redacción de cuentos cortos, que leídos en orden serían una novela. Cuando tomó el micrófono dijo: “Me van a permitir leerles el primer capítulo de una novela inédita que es una de las tres novelas que saldrán en un solo tomo. Todavía no sé con qué título, pero son tres novelas cortas y esta es la primera de las tres” y con su singular carisma comentó “Yo agradecería a los que se aburran que salgan sin hacer ruido, para no despertar a los que se hayan dormido”.

Después de esa presentación, García Márquez continuó trabajando en la novela a la par de Memoria de mis putas tristes (2004). El Premio Nobel escribía sobre las personas cercanas a la tercera edad. El tiempo no perdona y los años caían sobre el hombre que por muchos años había maravillado al mundo con sus historias. En mayo de 2003 publica el tercer capítulo de la novela como cuento inédito “La noche del eclipse” en la revista Cambio de Colombia y días después en el diario El País

En agosto nos vemos es una obra llena de literatura y musicalidad; la protagonista lleva el nombre de Anna Magdalena Bach, haciendo alusión a la soprano alemana, segunda esposa de Johann Sebastian Bach. Repleta de boleros, canciones de Celia Cruz, Elena Burke, Agustín Lara o Siboney, piezas de Debussy y arreglos de Aaron Copland, que refleja que Gabo era un apasionado de la música y esta obra corona la añoranza del baile, de las horas de vallenato y música clásica.

Gabo trabajó en la novela hasta dos años antes de su muerte; fue una carrera en contra del olvido: “El perfeccionismo del escritor con la pérdida de las facultades mentales”. Gabo dijo “con la elocuencia de un gran escritor” a sus hijos que “la memoria es a la vez mi materia prima y mi herramienta. Sin ella, no hay nada”. Un hombre que luchó en contra de la demencia senil y que se agudizó con las quimioterapias practicadas por el cáncer linfático diagnosticado en 1999. Todos los días llamaba a su hermano Jaime García Márquez “para que le refrescara la memoria”

Después de su muerte en 2014 muchas cosas se especularon sobre la novela ¿No tenía final? ¿Existían varias versiones? ¿Tenía cinco finales? Gabo había ordenado: “esto hay que destruirlo”¿Sus hijos cumplirían su voluntad? Tuvieron que pasar diez años después de su muerte para que todas las preguntas fueran contestadas.

Este año, en el mes de marzo En agosto nos vemos salió a la luz y en la presentación, celebrada en Barcelona, en la Biblioteca que lleva su nombre. Su hijo Gonzalo García Barcha compartió: “Se especulaba mucho sobre la última obra de Gabo y en 2022 decidimos reunir a expertos para que dieran su dictamen. Revisando entre las diferentes versiones que se encuentran en el Harry Ransom Center en The University of Texas at Austin, y uno de los manuscritos tiene el  Gran Ok -que solía poner Gabo- cuando el texto estaba listo. Además, encontramos un misterioso diskette que guardaba Mónica Alonso, asistente personal del escritor. Así Cristóbal Pera, el editor no trabajó más de un año para hacer un original final”.

Como lectora de la obra de Gabriel García Márquez celebro la publicación de En agosto nos vemos“Lo imperdonable sería que no fuera publicada”. Si bien la novela no tiene la complejidad de otras, el autor colombiano siempre tuvo el don de contar historias y en esta nos regala a una mujer fuerte, como lo es Úrsula y Amaranta en Cien años de SoledadFermina Daza en El amor en los tiempos del cólera o Nena Daconte en el cuento Tu rastro sobre la nieveAna Magdalena Bach, la esposa y madre de mediana edad que experimenta la libertad de los hombres en esas noches tropicales.

Esta es la décima segunda entrega de una serie de recomendaciones mensuales. En un mes escribiré sobre la novela Los recuerdos del porvenir, de la escritora mexicana Elena Garro.

Los invito a que me escriban: Mi cuenta de Instagram: emilia rojas.escritora. (JH) 

Tags: 

Comentarios de Facebook: