Elementos de la Secretaría de Medio Ambiente (SMA) de Nuevo León (NL) clausuraron la refinería Ing. Héctor R. Lara Sosa, mejor conocida como refinería Cadereyta, debido a “la ostensible y notoria emisión de contaminantes a la atmósfera, que afecta a la población” la mañana de este 1 de marzo.

La Juez Segunda en Materia Administrativa de NL fue quien ordenó una inspección a las instalaciones ubicadas en el municipio de Cadereyta Jiménez, debido a una denuncia llevada a cabo por el titular de la SMA, Alfonso Martínez Muñoz, quien aseguró la planta utiliza combustóleo para su operación, cosa prohibida en zonas metropolitanas del país.

Durante las primeras horas de este viernes, elementos de la SMA llegaron a las puertas de la refinería para cumplimentar la orden de la jueza neoleonesa; sin embargo, los trabajadores del sitio impidieron el acceso al lugar a los funcionarios, por lo que procedieron a la clausura de la planta.

En un boletín el gobierno de NL informó que “Ante la negativa de la refinería de Cadereyta de colaborar y recibir al equipo de la Secretaría de Medio Ambiente (…) esta mañana quedó clausurada la refinería”.

En 2023 Cadereyta aumentó generación de combustóleo en 19%

Ayer jueves Martínez Muñoz declaró en rueda de prensa que la planta Ing. Héctor R. Lara Sosa aumentó en 2023 —acorde a datos abiertos de Petróleos Mexicanos (Pemex)— en un 19% la generación de combustóleo, respecto a los demás productos derivados del petróleo que se procesan en el sitio.

Además señaló que en el lugar se ocupa ese mismo combustible “como fuente de energía para sus procesos”, aunque los encargados del sitio aseguran que no era así; señaló también que estas prácticas elevan las partículas contaminantes de Monterrey, ya que se encuentra cerca de la ciudad.

Activistas contra refinería Cadereyta

El domingo 28 de enero se llevó a cabo una protesta en la Macroplaza, al centro de la capital neolonesa, donde miles de ciudadanos exigieron el cierre de la refinería Cadereyta; señalaban que es responsable de al menos el 90% de las emisiones contaminantes —dióxido de azufre— de la ciudad.

Los activistas de la manifestación aseguraron que, de acuerdo con un estudio elaborado por investigadores locales, el 30 por ciento de las partículas PM2.5 y PM10, menores a 2.5 y 10 micrómetros — un micrómetro equivale a una milésima de milímetro— tienen su origen en Cadereyta.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la exposición continua a dichas partículas genera enfermedades cardiovasculares y respiratorias, además de cáncer pulmonar; los ambientalistas aseguran que al menos 500 personas mueren al año en NL debido a la exposición constante con dichos contaminantes. (MCJ)