Esta semana del mes de febrero se ha festejado el Día de los Amantes (13 de febrero), el Día del Amor y la Amistad (14 de febrero), el Día del Soltero (15 de febrero) y hoy se celebra el Día de los Amores Imposibles. Cada 16 de febrero se conmemora a aquellos amores que nunca se concretaron, pero que permanecen en el alma y la mente hasta el día de hoy.

La curiosa fecha surge de la cultura popular alrededor del amor como películas, series y música. Si bien se desconoce el origen preciso de esta celebración, la comunidad en internet aprovecha este día para reflexionar acerca del amor y la experiencia humana.

En nuestras vidas, especialmente durante la juventud, la mayoría hemos vivido un amor imposible, lo cual es una experiencia amarga, frustrante y dolorosa y sin embargo llena de dulces recuerdos, deseos y anhelos profundos.

Este día, más allá de ser un momento para lamentarse, puede ser un momento de reflexión sobre las relaciones pasadas que no funcionaron para aprender a disfrutar del presente. En este día muchas personas aprovechan para realizar actividades en soledad o de autocuidado que reflejen el amor propio.

El amor imposible también es conocido bajo el término “amor platónico” y hace referencia a un tipo de amor idealizado y no consumado físicamente. El origen de este concepto proviene de la filosofía de Platón, un antiguo filósofo griego, quien en sus escritos hablaba sobre el amor en un contexto no necesariamente romántico, sino más bien espiritual e intelectual.

Este amor se caracteriza por ser idealizado, desinteresado y puro, que busca la conexión emocional y espiritual con otra persona. En la filosofía el amor platónico se identifica por una atracción hacia la belleza y la perfección de la mente y el alma a pesar de la ausencia del cuerpo físico.

En la cultura popular moderna, el término amor platónico comúnmente se usa para describir un amor no correspondido o una atracción hacia alguien que está fuera del alcance, ya sea porque la otra persona está en una relación, debido a la distancia, a la diferencia de edad, a la orientación sexual o a otras circunstancias que impiden una relación romántica física.

El propio Platón afirmaba que el amor verdadero, es decir el platónico, no se puede alcanzar en el mundo real, pues es un amor perfecto y la perfección no existe en el mundo real, sólo en el mundo de las ideas.

Esta conexión emocional profunda se basa en el amor, la admiración, el respeto y la conexión espiritual, pese a lo imposibilidad de un encuentro. Aunque el concepto ha ido evolucionando a partir del acercamiento digital y las nuevas dinámicas relacionales, son muchas las personas que atraviesan este sentimiento propio del ser humano.

Desde la Psicología, el proceso de idealización generalmente se asocia con el estado de enamoramiento propio del amor romántico. Si bien esta etapa en una relación es totalmente normal y saludable, si se prolonga en el tiempo puede convertirse en obsesión, lo cual puede desencadenar creencias falsas sobre el amor y dar lugar a diferentes consecuencias negativas como un fuerte choque de realidad o una desilusión.

Si bien existe el riesgo de caer en la obsesión, el amor platónico nos prepara para reconocer al amor real, el cual es la motivación que nos lleva a intentar conocer la belleza de otra persona, más allá de lo físico y fuera del tiempo; aspira a la trascendencia apuntando a lo eterno, inteligible y perfecto. (AD)