El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, informó que este lunes llegará a su país un cargamento con armas y tecnología desde Estados Unidos para luchar contra grupos delictivos que enfrenta el gobierno del país tras los ataques del 9 de enero; llegarán también Christopher Dodd, asesor presidencial Especial para las Américas; Laura Richardson, general del ejército norteamericano; y Christopher Landberg, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley.

Sobre el apoyo bélico y tecnológico, Noboa a aseguró que “El mundo ha visto lo que está pasando (...) y saben lo importante que es tener protegido a Ecuador”, señaló también que necesitan una refinanciación de la deuda externa para no estar “ahorcados financieramente” mientras combaten, puesto que su país “se ha vuelto una pieza clave dentro de la estructura y las rutas de estos grupos”.

Esto derivado de los sucesos de hace casi dos semanas, cuando Ecuador vivió una crisis en seguridad derivada de una serie de ataques y tomas de sitios públicos y de rehenes por grupos ligados al narcotráfico, por lo que Noboa declaró el estado de excepción.

Banda criminal intentó secuestrar un hospital en Ecuador

Aunque las cosas en el país sudamericano se encuentran en relativa calma desde los eventos del 9 de enero, continúan destellos de violencia que sacuden el país; la semana pasada se encontraron varias cargas de dinamita cerca de estaciones de policías y escuelas públicas.

Aunado a eso, el domingo pasado un grupo sicarial compuesto por al menos 68 hombres intentó hacerse del control de un hospital ubicado en la ciudad de Guayas, zona suroeste del país, donde se encontraba internado un integrante del grupo criminal.

Sin embargo, gracias a la intervención de la policía del Ecuador todos los sujetos fueron detenidos; “Neutralizamos a presuntos terroristas, quienes intentaban tomar las instalaciones de una casa de salud en Yaguachi, Guayas”, informó la agencia en una publicación vía X.

De acuerdo con el comunicado de la policía ecuatoriana, los sicarios entraron al hospital en busca de un compañero que ingresó herido durante la madrugada de ese día, pero que por la gravedad de las lesiones, murió.

Además de los criminales, la policía aseguró armas de fuego y drogas; aunado a eso los agentes allanaron un presunto centro de rehabilitación que fungía como centro de operaciones de la célula donde los delincuentes se refugiaban; el sitio también funcionaba como prostíbulo. (MCJ)