El sitio web gratuito de chat y video, Omegle, cerró de forma definitiva tras 14 años de funcionamiento debido a una serie de acusaciones de abuso sexual a menores; su creador Leif K-Brooks comunicó la decisión por medio de un comunicado en la página donde reflexionó sobre lo sucedido y declaró su temor de que el “Internet del que se enamoró” desaparezca en un futuro.

¿Cómo funcionaba Omegle?

Durante más de una década en que la plataforma funcionó se dedicaba a emparejar en videollamada y de manera completamente aleatoria a desconocidos; las conexiones duraban lo que los interlocutores deseaban. La página no guardaba los datos de los participantes por lo que en caso de que alguno deseara rastrear al contactado le resultaba casi imposible.

Las condiciones para acceder a la plataforma eran solamente tres: ser mayor de 13 años y contar con un equipo con micrófono y cámara de video. El límite de edad era fácil de sortear por lo que personas menores lograban colarse en el sitio; esta situación propició varios crímenes sexuales.

Creador de Omegle reflexiona en carta de despedida

En la carta de despedida publicada en la página web de Omegle, el creador de la plataforma, Leif K-Brooks, hizo un breve recorrido por la historia de su portal y reflexionó ante las problemáticas que ocasiono el uso indebido del mismo.

K-Brooks aseguró que la razón por la que decidió crear un sitio donde poder conocer personas aleatorias es que él un sobreviviente de abuso sexual infantil y encontrarse con gente nueva en persona le resultaba complicado.

“Sabía que si le decía “no” a alguien en línea no podría atravesar físicamente la pantalla y apuntarme con un arma a la cabeza o algo peor. Vi los kilómetros de alambres de cobre y cables de fibra óptica entre otras personas y yo como una especie de escudo, uno que me permitió estar menos aislado de lo que mi trauma y mi miedo me hubieran permitido de otro modo”, se lee en el comunicado del portal.

Sin embargo, aceptó que gente mal intencionada utilizó su creación para cometer abusos contra los menores que accedían a él, por lo que llevó a cabo alianzas con agencias de seguridad como el “Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados” para encarcelar a esos criminales: “Hay personas pudriéndose tras las rejas en este momento gracias, en parte, a la evidencia que Omegle recopiló de manera proactiva contra ellos y el aviso a las autoridades”.

Acusaciones de abuso infantil contra Omegle

Si bien, Leif K-Brooks aseguró que el cierre del portal se debe a que se volvió financieramente insostenible, también mencionó que el estrés mental y psicológico que sufre a causa de los ataques contra él y el portal es una de las causas del cierre.

En los últimos años Omegle fue acusado legalmente por presuntamente propiciar condiciones para explotación y abuso sexual infantil. Uno de los casos más sonados es el de Alice, nombre ficticio de una mujer víctima de abuso, que fue esclava sexual de un hombre canadiense; se pusieron en contacto por medio de la página web. Alice tenía 11 años cuando conoció a su agresor.

Finalmente, K-Brooks se disculpó con los usuarios que ocuparon la plataforma sin intención maliciosa y aseguró que el cierre de Omegle es una batalla perdida por la libertad del internet, pero afirmó que la guerra aún continua.

“Prácticamente todos los servicios de comunicación en línea han sido objeto de los mismos tipos de ataques que Omegle … Me preocupa que, a menos que la marea cambie pronto, el Internet del que me enamoré deje de existir y, en su lugar, tengamos algo más parecido a una versión mejorada de la televisión, centrada en gran medida en el consumo pasivo, con mucho menos oportunidad de participación activa y conexión humana genuina”.