El cambio climático ha repercutido en el hábitat de personas y animales, pero principalmente en las plantas frutales, mismas que no han sido la excepción según Miguel Manzanilla Ramírez, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agropecuarias y Pesqueras, (INIFAP), al señalar que el cultivo del limón es uno de los afectados.

Carencia o disminución de agua y plagas, son los dos retos que enfrentan los citricultores en varias regiones de la República Mexicana, debido a que la planta sufre dos consecuencias: debilitamiento en la misma, pero también baja de rendimiento que va desde un 30 al 100 por ciento según la variedad, pero también la zona donde se ubica el cultivo o sembradío de limón.

Por cambio climático, nuevas enfermedades afectarán cultivos

Un árbol o planta de limón con estatura de siete metros de altura requiere en promedio de 150 a 200 mililitros de agua diario para su conservación, pero se le suma el cuidado para que no sea víctima de la plaga conocida como HLB o brote amarillo, que está presente en gran parte del mundo. Otro factor es baja humedad y alta temperatura, lo que también causa disminución en su producción.

“[…] el cambio climático tiene y viene con nuevos desafíos que debemos enfrentarlos, pero también debemos estar preparados ante la posible presencia de nuevas enfermedades que afectarán a cualquier tipo de cultivo en cualquier región en el mundo entero sin importar su condición geográfica”, indicó Manzanilla Ramírez.

La escasez de lluvias también ha repercutido en el campo mexicano. El panorama no parecer ser alentador para los próximos años, pero debemos buscar soluciones de manera conjunta con el gobierno federal, de los estados, de los municipios y con la gente dedicada a la agricultura, ante los cambios experimentales que se han vivido en la década de 2010 a 2020, agregó el experto.

No omitió que hubo años como el 2022 y 2023 donde, en algunos mercados nacionales, el kilogramo de limón se cotizó hasta en 80 y 90 pesos debido a la escasez, pero con ello, alta demanda, derivado de las condiciones climáticas que se asentó en estados como Michoacán que es un alto productor de este producto. (EG).