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INAH de Ixcaquixtla coloca ofrenda dedicada a osamenta encontrada
Personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Ayuntamiento de Ixcaquixtla colocaron una ofrenda dedicada a los veinte restos óseos descubiertos en la calle de la cabecera de este municipio.
Una presentadora comentó que “es una ofrenda con rasgos prehispánicos, a diferencia de las actuales en donde la gente coloca mucho alimento, antes a nuestros ancestros, sólo se les ponía calabaza, granos como el maíz y frijol, objetos de barro y masa, que era obtenida del maíz que se molía en metlapil y metate”.
Ixcaquixtla representa mucha cultura, principalmente con los descubrimientos que se han realizado en diferentes fechas y principalmente el más reciente, que fue el de la tumba de mil 500 años y los primeros 20 restos óseos.
Esta es la tercera tumba registrada en el primer cuadro del poblado de Ixcaquixtla, lo que confirma la existencia de un sitio arqueológico de grandes dimensiones; en el mes de abril de 2004 se registró la Tumba 1, formada por tres cámaras y una pintura mural; y hace una década, en septiembre de 2013, se ubicó una más en una calle lateral al mercado municipal.
Quema de cera
En los municipios de Ixcaquixtla, Chiautla de Tapia y en la comunidad de Nativitas Cuautempan, mantienen vivas sus tradiciones con toque ancestral. Una costumbre que tienen sus pobladores, es la quema de cera.
A los panteones llegan gente de cualquier edad para encender velas, sobre las tumbas de sus difuntos, y colocar flores. Esta actividad comienza desde las 20:00 horas del 1 de noviembre hasta la madrugada del 2, que es cuando esperan la llegada de sus fieles difuntos.
Las familias velan toda la noche del 1 de noviembre, algunos sólo por algunas horas, otros más llegarán durante el día 2 de noviembre, pero desde el aire, se observa el colorido de las velas en el cementerio, no importa el frío, el cual es apaciguado por alguna bebida caliente conjugado con el ambiente musical que se escucha.
Las ofrendas en Tepapayeca
En la junta auxiliar de Tepapayeca, perteneciente al municipio de Tlapanalá, independiente de todo lo que lleva una ofrenda o altar, también y quien lo desea, colocan algún gusto especial, por ejemplo: una figura de playa simulando que le gustó en vida la playa o de un vehículo si era conductor de estos.
La inversión oscila desde los 50 mil a 80 mil pesos, dependiendo del diseño que desee la familia del difunto, explicó el edil auxiliar, Marcos Torres qué agregó que en Tepapayeca, la gente es solidaria con el visitante, cuando llega a visitar y conocer una ofrenda, por costumbre y al igual que en Huaquechula, el visitante lleva un ramo de flor, una cera y son invitados a la comida preparada si es en día-tarde, o también por la noche alguna bebida con pan o cena, durante el 1 de noviembre lo cual se repite en menor cantidad el día 2.
Por ejemplo, si al difunto le gustó practicar béisbol, su familia manda hacer una ofrenda ya no de tres niveles, como es tradición todavía, sino en forma de estadio, con sus gradas y cancha; donde se coloca su uniforme, guante, bate y pelota; si la persona fallecida era muy religiosa, se le hace una ofrenda similar o la iglesia de la comunidad.
El presidente auxiliar de Tepapayeca, población ubicada al sur de la cabecera municipal y colindante con la comunidad de Agua Dulce, municipio de Tilapa, comentó que esta tradición de colocar alguna figura elaborada en la ofrenda, “tiene muchos años y la mayoría de la gente lo sigue acostumbrando”.
Esta población junto con Huaquechula han estado en la lucha por acaparar el mayor número de visitantes por sus ofrendas, pero el municipio vecino se ha caracterizado por tener el mayor número de turistas durante la temporada de Todos Santos, pero en Tepapayeca, también se tiene lo propio, indicó el funcionario auxiliar.
El campanero
“Nadie sabe para quién trabaja, el campanero toca y toca y nada para su boca. De seguro no le llevaron nada”, es una frase común que se emplea en algunas comunidades rurales, cuando sale un grupo de personas que son encabezados por uno o dos hombres que llevan unas campanas que van repicando al paso por las calles. Llegan a los domicilios donde los inquilinos les obsequian productos de la ofrenda que después son llevados a la iglesia y repartidos a quienes participaron, pero a veces al campanero no le toca algo de lo recaudado.
Las ofrendas gubernamentales
En cada instancia del gobierno del estado de Puebla el personal elaboró la ofrenda sea por costumbre o dedicada a algún empleado fallecido.
En una ofrenda, se colocaron dos calaveritas, una dedicada al gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina y en el lado opuesto, al secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón. (XMH)