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Estaciones de migración a cargo de Garduño, las nuevas “cárceles” mexicanas

  • Edwin García
Magdalena Silva denuncia violaciones y hasta secuestros hacia los grupos migrantes, señalando que la responsabilidad es tanto del director del INM como del presidente López Obrador
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La creciente ola migrante que inunda distintos estados de México ha pasado a primer renglón, no así la criminalización hacia familias enteras provenientes de Sur y Centroamérica que no ven las distintas estaciones migratorias como un asilo, sino como una cárcel.

Magdalena Silva, directora del albergue Cafemin, asegura que el Instituto Nacional de Migración a cargo de Francisco Garduño ha convertido sus estancias en trampas migratorias. Los abusos, menciona, no vienen de afuera, sino de las autoridades encargadas de atender el orden y la seguridad.

Violaciones hacia mujeres, abusos de poder por parte de migración y hasta secuestros son solo algunos de los excesos que desveló Silva este viernes tras su participación en el Diálogo Nacional por la Paz, con sede en Puebla.

“Una cosa es que estén en una situación irregular y otra es que los traten como delincuentes, que los traten como personas descartadas que no valen nada”, expuso, además de acusar persecución y acoso hacia estos grupos.

Las “cárceles” de Garduño hechas para migrantes

Magdalena Silva alegó que las estaciones migratorias han pasado a ser las nuevas cárceles que aprisionan migrantes.

Aunque responsabilizó por ello a Garduño y su pasado policial, indicó que el asunto también empapa al presidente Andrés Manuel López Obrador por ser quien gira las instrucciones.

“Garduño al final hace lo que le dice su jefe (López Obrador). Ustedes saben de dónde viene, dónde trabajaba, y eso es lo que está haciendo: un policía que golpea, un carcelario”.

Mencionó además que lo que puso sobre la mesa las prácticas de Garduño y las estaciones migratorias fue el incidente que dejó más de una veintena de migrantes calcinados ocurrido en Ciudad Juárez en marzo pasado:

“Nadamás ahorita por el asunto de los calcinados en Ciudad Juárez dicen que están tomando medidas para que las estaciones migratorias no sean tan crueles […], pero al final se convirtieron en cárceles”.

Nexos entre crimen organizado y migración agudizan la violencia

Silva denunció una presunta colusión entre gobierno y crimen organizado. Refirió que su refugio y otros cientos que se encuentran en el país han atestiguado distintos abusos hacia los grupos migrantes.

“No es que no entiendan de cómo hacer una política pública integral que atienda las verdaderas causas, sino que los criminalizan, persiguen, golpean, hay detenciones arbitrarias […] Siempre están involucrados funcionarios públicos”.

Finalmente, indicó que los albergues en México formados por la sociedad civil están al borde del colapso, pues algunos (como el que ella atiende) llegan hasta a triplicar su capacidad.

Las personas ya no caben en nuestros albergues […] Es urgente que el gobierno asuma la responsabilidad de atender a estos grupos migratorios. Si uno [un albergue] tiene capacidad para 50, ahorita te aseguro que tiene 150 [personas]”, siguió.

“Nos viene más. Vienen en situaciones de precariedad extrema, que no solo nos los deje a sociedad civil. […] Estas acciones dicen que no tiene ni la mínima sensibilidad este gobierno de atender a migrantes como se debe”, puntualizó.

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