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Conflicto Narconon Huauchinango: un predio, múltiples escrituras
Durante poco más de cinco años, la familia Fernández y el exfuncionario morenovallista Diego Corona Cremean han mantenido la disputa de cerca de 12 hectáreas en el municipio de Huauchinango, área cercana al centro de rehabilitación Narconon y de la cual ambas partes afirman tener documentos que avalan su legal propiedad.
Sin embargo, en palabras de los hermanos Tuss y Juan Ramón Fernández, el actual secretario de Desarrollo Territorial y Vivienda de Tlaxcala ha “ido cambiando propietarios para ir limpiando el rastro. Cambia a otro y así dificulta el rastreo y todo lo que deba hacerse”.
Sus escrituras, aseguraron, provienen del notario público de Tepeaca, Paulo Javier Rodríguez Cantellano, a quien le fue retirada la patente hace unos meses debido a una serie de irregularidades que derivaron en 107 quejas en su contra, de acuerdo con diversas notas periodísticas.
Por su parte, el exsecretario de Infraestructura de Puebla durante el sexenio del panista Rafael Moreno Valle señala la existencia de irregularidades durante la cesión de terrenos entre integrantes de la familia Fernández.
Antecedentes de escritura datan de 1977, afirman los Fernández
En entrevista para e-consulta, Tuss Fernández señaló que la familia cuenta con una copia certificada del antecedente de escritura, que data de abril de 1977 y precisa la compra de una fracción del predio Ahuacatitla por parte de Juan Ramón Fernández Alonso —abuelo— para su hijo Juan Ramón Fernández Mesa, el padre.
Con respecto a la posesión de los terrenos, Tuss precisó que “esos predios los compró mi abuelo para mi papá, poniéndolos a su nombre por ahí de los 70. Cuando mi mamá y papá se divorcian quedan a nombre de mi hermano y mío, pero otros dos predios que estaban a nombre de mi papá después los adquiere mi hermano por vía de donación.
“Teníamos en total esas cuatro propiedades. Después muere mi abuelo, pero su segunda esposa seguía viva; al respecto nunca tuvimos ningún problema de acceso. Después ella los vendió a Francisco Xavier Berganza”. Fue Berganza quien donó su parte del terreno a la Fundación Casa Dos Manos contra las Adicciones AC, presidida por Diego Corona, en 2018.
Los hermanos Fernández argumentan que cuentan con diversos documentos que los avalan como propietarios, entre ellos el contrato de ocupación superficial con Pemex.
Presentaron también diversas actas constitutivas, una de ellas inicia con un oficio de Catastro de Casa Dos Manos contra las Adicciones AC, señalando que la última fracción de predio Loma Panda, con una superficie de 15 mil 80 metros cuadrados, limita al oriente con propiedades de Juan Ramón Fernández, aunque en los oficios que Diego Corona envía a Pemex él cita a Loma Panda como suyo.
Aunque hasta 2018 las escrituras aún no estaban a nombre de Juan Ramón Fernández, hermano de Tuss, en un oficio girado por el director de Infraestructura de Huauchinango se señala la colindancia y como propietario a Juan Ramón Fernández Mesa, padre de Tuss y Juan Ramón.
Los hermanos acusan que Diego Corona cuenta con un par de escrituras “que usa según conveniencia” y que ha aprovechado que los documentos marcan que ambos son propietarios de fracciones de un mismo predio para quedarse con sus terrenos.
“Las propiedades se llaman igual, somos vecinos, él es dueño sólo de una fracción. Tenemos predios que se llaman igual pero no son el mismo ni tiene la misma superficie. Él se está aprovechando de esta situación para quedarse con fracciones que son nuestras”.
Los Fernández también pusieron en entredicho un embargo por un juicio de alimentos en su contra y denuncian que incluso Corona presentó escrituras a nombres de otros de sus familiares. “Suponemos que estaba simulando un juicio de alimentos porque con él el juez ya no toca las propiedades de un menor, a fin de garantizar el bien superior del menor”.
Nace el conflicto; cesión fue ilegal, señala Diego Corona
En agosto de 2020, de acuerdo con los Fernández, el hoy funcionario en Tlaxcala se ofreció a comprarle sus terrenos a Juan Ramón, a lo que él se negó. Es a partir de ese momento que surgen los problemas entre ambas partes.
Poco después Diego Corona dio inicio a la construcción de un muro en el sitio, iniciándose el conflicto por el paso.
Dicho muro, acusó en su momento Corona Cremean, fue creado para evitar la “intromisión” del empresario hotelero Gilberto Villa, pues él afirmaba que tenía una propiedad en la zona. “Yo construí un muro para que no pudiera pasar (…) pero hace meses volvió a entrar con mucha fuerza, tiró el muro que habíamos construido, hecho por el cual ya hay denuncias por allanamiento y destrucción”.
Con respecto a la legal propiedad de los terrenos, Diego Corona recordó que fue el abuelo de la familia Fernández, Juan Ramón Fernández Alonso, quien compró el predio a diferentes dueños y pequeñas propiedades para formar un solo rancho.
Y si bien los adquirió para sí mismo, los últimos los compró para su hijo Juan Ramón Fernández Mesa, tratándose de tres propiedades. Mesa, una vez alcanzada la mayoría de edad, revendió los terrenos a su padre, hecho por el cual hay incluso una escritura por parte de un notario de la Ciudad de México, aseguró Corona Cremean.
De esta forma todo el predio quedó en posesión de abuelo Fernández. No obstante, en 2007 —afirmó Corona— Juan Ramón Fernández Mesa donó los predios que ya había vendido a su hijo Juan Ramón, “el problema es que no le podía donar los predios porque ya no era el dueño”.
Por lo anterior no hay un documento oficial, compartió el exfuncionario. “Entiendo, por otras demandas, que Juan Ramón Fernández Hernández dice que el evento de 2007 ocurrió de forma verbal con dos testigos, lo cual ‘es un fraude’”.
Y es en 2019 cuando Juan Ramón nieto busca una sentencia favorable para la legal propiedad de los predios, por lo cual cuenta con escrituras al respecto, “pero esa escritura estaba basada en una donación que nunca se pudo haber realizado”, aseguró Corona Cremean, quien agregó que los terrenos revendidos fueron donados por el abuelo a su segunda esposa, Gloria, quien los vendió a Berganza y éste efectuó la donación a Dos Manos.
Descartan problemas con el empresario Gilberto Villa
Con respecto a la presencia del empresario hotelero Gilberto Villa Huerta, Tuss Fernández declaró que debido a que Diego Corona ha intentado expandir su terreno a fracciones de Villa y los Fernández, “lo que ha hecho es tirarle a Villa, manipulando a Patoltecoya, diciéndoles que les está quitando el agua. Eso no es cierto, el agua está en nuestro predio, pero él tiene comprados a algunos pobladores. Nosotros nos hemos ofrecido a apoyarlos con el tema del agua, donándoles hasta la fracción de terreno donde nace el manantial, pero no lo quieren… El problema no es el agua. Algunos están pagados para generar conflicto”.
Sobre los señalamientos de Corona de que Villa ha cortado árboles, los Fernández indicaron que sólo han sido cinco y Profepa ya impuso las sanciones correspondientes.
“Diego Corona quiere dirigir la atención a Villa para desviar la atención de lo que está haciendo. Hemos hablado con Profepa, pero Villa sólo ha talado cinco árboles y Diego Corona lo tacha de ecocida, mientras él ha talado cientos, incluso tiene tomas clandestinas con derrames dentro de las propiedades”.
De acuerdo con imágenes presentadas por la familia, en diversas zonas de la región han talado decenas de árboles y hay varios marcados para ser talados en fechas próximas, justo en los alrededores del manantial de agua.