En las últimas horas se reportó la presencia de elementos de la Guardia Nacional, la Fiscalía General del Estado, así como de las policías estatal y municipal en la zona en donde se halló al presunto feminicida de Monserrat, en La Resurrección. Área cuyo perímetro se encuentra acordonado por los elementos que integran el dispositivo de seguridad.

Por lo que se presume que se trata de más diligencias en torno al caso del feminicidio de Monserrat que habría sido la víctima mortal de Álvaro, el ahora llamado caníbal de La Resurrección; no obstante, ninguna autoridad ha confirmado o desmentido información alguna sobre el operativo que se realiza este sábado en aquella junta auxiliar de la ciudad de Puebla.

Incluso el propio titular de la FGE, Gilberto Higuera Bernal había afirmado en días previos que la prioridad de la investigación se mantenía en descubrir, a través de las pruebas genéticas, si los restos humanos hallados en verdad correspondan a Monserrat, pareja de su presunto asesino

Una vez esclarecida esa parte, señaló, se podría agregar la perspectiva de género a la investigación y con ello determinar la comisión del delito de feminicidio.

Exámenes cuyas pruebas serían remitidas en un periodo de entre 15 y 30 días, de acuerdo con los testimonios de la familia de Monserrat.

Cabe señalar que, aunque el propio responsable de la muerte de la mujer habría confesado que cometió canibalismo con su víctima, es un acto que no ha sido acreditado aún por las autoridades ministeriales.

Según los reportes, en la zona donde este día tiene presencia el aparato de seguridad en la junta auxiliar de La Resurrección, es donde a inicios de semana fue hallado Álvaro por parte de policías municipales, cuando intentaba cavar en una barranca para enterrar una bolsa de plástico.

Dicho paquete contenía restos humanos pertenecientes presuntamente a Monserrat, su esposa, misma que habría sido asesinada por él unos días antes, en el domicilio de ambos allá en La Resurrección.

Fuentes familiares indicaron que después del crimen él mismo habría confesado a una de sus hijastras, el feminicidio de Monserrat, crimen por el que ahora se le conoce como el caníbal de la resurrección.