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Jueves de Corpus en Atlixco se vive entre dulces de jeripa y punchi

  • Angelina Bueno
Como cada año, estos dulces típicos de Atlixco se convierten en los más buscados durante la celebración de Corpus Christi
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Como cada año, la temporada de la jeripa llegó a Atlixco de la mano de Corpus Christi. Este dulce originario, típico y tradicional del municipio tuvo su boom en la década de los 70 y aunque casi queda en el olvido, hace cinco años comenzó a rescatarse por las familias atlixquenses.

Ahora no sólo se vende en las tradicionales cazuelitas de barro, si no que se ha adaptado para preservarse en forma de “punchi” y en el tamal canario con relleno del mismo, para así darle un toque de originalidad.

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¿Qué es la jeripa?

Héctor Miliani, conocedor de las tradiciones del barrio de San Juan de Dios, el más antiguo de la ciudad, se ha dedicado desde hace al menos 10 años a rescatar y preservar tradiciones, entre ellas la de este postre originario de Atlixco.

Tras muchas conversaciones con vecinos de esta zona se enteró de que la tradición de la jeripa no tiene una fecha en específico, pero la gente recuerda que una mujer sacaba su mesa y ponía las cazuelitas de barro con esta natilla rosa para que quienes salían de misa, en el templo de San Juan de Dios, la degustaran. De ahí la receta pasó de generación en generación y hasta hace algunos años eran contadas las familias que las sabían elaborar.

Pero por 2017 comenzó a expandirse la receta y la elaboración de esta natilla rosa, hecha con fécula de maíz, harina de arroz, azúcar, canela y agua de azahar, que le dan un sabor inigualable.

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Además, se ponen en cazuelitas de barro y se espolvorean con ajonjolí. Debido a que es un postre que no utiliza conservadores su consumo debe realizarse entre uno y dos días después de su elaboración, sólo si permanece en refrigerador.

Este dulce sólo se vendía cada jueves de Corpus Christi y eran dos personas, hasta 2019, quienes elaboraban más de 500 piezas para vender jueves y viernes de cada año en esta fecha del calendario católico.

Para Miliani Téllez la temporada empezó este jueves 8 de junio y tendrá a la venta la jeripa hasta el último fin de semana de junio en la panadería Raquelito, ubicada en la 11 Sur, pasando el edificio del exhospital San Juan de Dios.

Tamales canarios rellenos de jeripa

La innovación es una constante en Atlixco, sobre todo en el sector gastronómico y más en el de los postres, por ello la jeripa se ha convertido, gracias al emprendimiento de Silvia Juárez, en el relleno novedoso para otro alimento tradicional: los tamales canarios.

Silvia, quien es propietaria del negocio de artesanías La Pasadita y hace días se dio a conocer a nivel nacional por enfrascar la ceniza del volcán Popocatépetl, desde el 2022 presentó los tamales canarios rellenos de jeripa.

Esto les permite tener a la venta durante todo el año este dulce originario de Atlixco, ya que al momento de integrarlo a la masa de los tamales se le añade más tiempo de duración para su consumo.

“La verdad nos va bien con la venta de los tamales, mucha gente no conoce el sabor de la jeripa y hablo en general, atlixquenses y visitantes… Por ello optamos por hacerlo de esta manera, a quien viene a buscar los tamales primero le damos una prueba de la natilla en su presentación original y después están listos para degustar el tamal”, indicó en entrevista Silvia Juárez.

El costo de los tamales es de 45 pesos y los tienen a disposición todos los días del año, en su local ubicado en avenida Hidalgo, en el centro de Atlixco; en cuanto a la jeripa tradicional, habrá venta de temporada a partir de este jueves de Corpus Christi y hasta el 11 de junio.

Con respecto al tamal, al abrir la hoja de maíz tiene la apariencia de un panque, es poroso y con mucho sabor de jeripa, lo entregan en papel de estraza con una cucharita de madera, como el Atlixco de antaño acostumbraba.

El punchi, postre que representa el cuerpo y la sangre de Cristo

Fue en 2022 cuando Héctor Milliani logró recuperar otro de los postres originales de este municipio, se trata del punchi, una especie de gelatina con sabor a agua de azahar, que como característica tiene que es muy parecida al jamoncillo, el tradicional dulce de pepita.

Este, al igual que la jeripa, tiene un trasfondo religioso, pues representan ambos el cuerpo y la sangre de Jesucristo, Miliani aseguró que todo tiene un sustento con una investigación realizada, por ello apuntó que la parte clara del “punchi” es el cuerpo, junto con los tintes rosas, y el papel “es la sangre de Jesucristo”.

De igual manera contarán con este dulce durante cada fin de semana de junio para quienes gusten adquirir y degustar.

Cartonería, los panzones y las lupitas

Aunado a esto, en junio es también tradición la elaboración de figuras de cartonería, emulando a los juguetes con que en antaño se divertían los atlixquenses. En este 2023 Héctor Mimiliani cuenta ya con más de 21 piezas, entre panzones, lupitas y mulas, añadiendo en esta ocasión a los payasos.

“Las mesas de los habitantes de Atlixco en esas épocas eran adornadas con este tipo de figuras, las cuales representan, en el caso de los panzones, a los hacendados de quienes no podían hacer mofar pública y abiertamente los peones, por lo que optaron por ridiculizarlos con figuras realizadas con esta técnica. En tanto, a las esposas de los hacendados las ridiculizaron en paños menores, es de ahí donde nace esta tradición que hoy es un arte”, relató.

 

 

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