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¿Y el superpeso? Apuntan riesgo y recuperación de la moneda mexicana

  • Edwin García
Aunque la divisa mexicana sufrió un declive durante marzo, su tendencia se mantiene alcista por factores internos y externos que a continuación desglosamos
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El peso mexicano logró navegar con mesura dentro del mercado financiero desde el año pasado, lo que apuntó a una tendencia alcista dentro de los mercados emergentes. Sin embargo, llegado el mes de marzo el otrora denominado “superpeso” tuvo un efecto de revés al perder 2.7 por ciento de su valor frente al dólar estadounidense.

El repunte de la moneda mexicana fue más evidente debido a que se trató de una de las divisas más castigadas tras el inicio de la pandemia por covid-19, aunque logró emerger sostenida por las medidas ‘agresivas’ del Banco Central, así como el regreso de la inversión al ámbito manufacturero que provocó un reequilibrio en la cadena de suministro mundial.

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Todo esto, evidentemente, antes de aparecieran la crisis bancaria en Estados Unidos y sus dejos de preocupación.

Tras su nueva caída, ¿qué sigue para el “superpeso”?

No se puede hablar del “superpeso” sin tomar en cuenta lo que ocurra con su país vecino del norte, pues inversores de la moneda tricolor apuntan que las perspectivas dependen en gran medida de la actividad al norte de la frontera.

En este sentido, Marco Oviedo, estratega sénior de XP Investimentos, la mayor corredora en Brasil, vislumbra una recuperación del peso una vez que “el polvo se asiente”: “El único riesgo real para el peso es algún tipo de error en la política de la Reserva Federal (Fed) u otro shock en la economía global”, dijo, según pudo recoger el portal El Financiero.

El registro del peso mexicano indica que, en el último año, ha escalado un 9 por ciento respecto al dólar estadounidense. Esta tendencia le ha merecido ocupar el segundo sitio en la cesta de Bloomberg donde se encuentran las 23 principales divisas de los mercados emergentes, es decir, aquellos con características de mercados desarrollados, pero sin los estándares para ser denominados “desarrollados”.

Aun con altibajos, el peso ha seguido un paso interesante debido a que sus medidas de tipo de cambio real efectivo aumentaron a principios de marzo hasta niveles que no se veían desde el 2014. Dichas “medidas” comparan la divida azteca con una variada canasta de monedas que está regida por el comercio y que se ajusta de acuerdo con las diferencias en los niveles de inflación.

Mercados turbulentos le han pegado al peso

El ambiente tenso dentro de los mercados financieros mundiales ha tenido implicaciones sobre el peso mexicano, pero desde luego no únicamente sobre esta divisa en específico, sino sobre los activos de los países en desarrollo.

El ‘nerviosismo’ se vio motivado por el crecimiento mundial y el alza en las tasas de interés, lo que de alguna manera ‘disparó’ la volatilidad en las divisas. Aquí, rescata Bloomberg, el peso mexicano y el forint húngaro fueron los más afectados.

El peso, sin embargo, pudo respaldarse en el Banco de México (Banxico) luego de que la institución anunciara el alza a las tasas de interés desde el 2021, llevándolas del 4 al 11 por ciento. Esta jugada fue incluso nueve meses antes de que la Reserva Federal (Fed) también anunciara un incremento en las tasas.

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Por su parte, Banxico podría anunciar otro aumento de un cuarto de punto tras la reunión política que tienen pactada para este jueves. La medida serviría para mantener en 625 puntos base el diferencial de la tasa de referencia mexicana sobre la de la Fed, pues cabe recordar que en Estados Unidos anunciaron la semana pasada el incremento en 25 puntos base.

Otros factores externos que han impulsado al peso

  • Reequilibrio del comercio mundial y de patrones de fabricación por la guerra entre Rusia y Ucrania.
  • Tensiones entre Estados Unidos y China.
  • Empresas han trasladado producción a México para estar cerca del mercado estadounidense.
  • “Hasta ahora, México y el peso se han beneficiado de la fortaleza de la economía estadounidense, pero eso puede cambiar en el futuro”, comentó Carlos Capistrán, jefe de economía de Canadá y México en Bank of America, según recogió el citado portal.

¿López Obrador ahuyentó la inversión en México?

El portal Bloomberg y los especialistas Michael O'Boyle y Maya Averbuch afirmaron que la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México implicó también repercusiones para la economía del país…aunque estas no fueron negativas.

La triada mencionada calificó a López Obrador como un “halcón fiscal” al traer consigo un enfoque presupuestario caracterizado por la austeridad que se mantuvo incluso durante la pandemia:

“Una fuente de estabilidad que se mantendrá es la del presidente Andrés Manuel López Obrador. Cuando asumió el cargo en 2018, los inversionistas originalmente vieron a AMLO y su plataforma de izquierda como un gran riesgo. En cambio, resultó ser un “halcón” fiscal, optando por un enfoque presupuestario mucho más austero”, recoge el portal El Financiero.

Cabe recordar que en términos de economía en México se les denomina halcones a los responsables políticos o asesores de un comité bancario para aplicar una política monetaria restrictiva, donde incrementan las tasas de interés con el fin de promover la estabilidad económica, como apuntan Banxico y de la propia Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Con su administración en periodo de término al restarle poco menos de dos años en el poder y con sus reformas ya aprobadas en su mayoría, esto aligera el camino para que inversionistas continúen su apuesta de mantenerse en el juego al menos hasta que la silla presidencial sea ocupada por alguien más en 2024, lo que también refuerza el estatus alcista del peso.

Incluso Gabriela Soni, jefa de estrategia de inversión de UBS en México, auguró que para México “hay pocos desequilibrios inmediatos”, aunque esto no lo deja exento de posibles riesgos: “Los inversionistas empiezan a preocuparse por las elecciones apenas en el año en que ocurrirán, así que no será algo de lo que empiecen a hablar hasta 2024″, comentó, de acuerdo con una cita recogida en El Financiero.

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En general el panorama para el peso mexicano parece no apuntar a un declive mayor (al menos por ahora); así lo apuntó también Gabriel Lozano, economista en jefe para de JPMorgan para México y Centroamérica, quien indicó que el “mercado mexicano de divisas es competitivo y casi perfecto en cuanto a los flujos que entran y salen libremente, sin intervención del banco central”, lo que al menos en apariencia lo hacen ver “favorable”.

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