Sandra Ávila Beltrán es el nombre real de la apodada “Reina del Pacífico”, denominación que le adjudicó la prensa mexicana y que hace referencia al área donde presuntamente realizaba sus operaciones vinculadas al narcotráfico. Su popularidad, sin embargo, pasó a una escala mayor gracias a la serie de Telemundo llamada “La Reina del Sur”, donde el personaje ‘Teresa Mendoza’ encarnó a Ávila Beltrán y para el que fue necesario conjugar elementos tanto de realidad como de ficción, lo que sirvió para dar forma a la ‘mujer-mito’ que conocemos hoy día.

Dentro del plano real fue en 2007 cuando el nombre de Sandra Ávila salió a relucir tras ser detenida junto a su pareja, con quien fue acusada por el tráfico de por lo menos nueve toneladas de cocaína, además de ser señalada por ser parte de los amores del narco, a quienes –incluso– se habría dado el lujo de rechazar.

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Es por eso que en #especiales_e te presentamos la intensa vida Ávila Beltrán, repasando un poco de su historia, su paso “farandulero” por la televisión mexicana hasta el momento en que Felipe Calderón le “destruyó” la vida.

Sandra Ávila Beltrán, el narcotráfico y el amor

El mundo recibió a Sandra Ávila Beltrán un 11 de octubre de 1960, en Baja California. Pertenece a una familia “popular” debido a que es sobrina de Miguel Ángel Félix Gallardo, fundador del Cártel de Guadalajara y terror en el mundo del narcotráfico durante la década de 1980. Pero su vínculo con el mundo de los capos vino desde mucho antes, pues su padre, Alfonso Ávila Quintero, es familiar de Rafael Caro Quintero, exlíder del mismo cártel tapatío.

Sandra Ávila contrajo matrimonio en dos ocasiones y sus parejas tuvieron un destino muy similar. Ambos sirvieron primero a la justicia para después servir en las filas de grupos criminales. Su primer matrimonio fue con Luis Fuentes Jiménez, quien entonces era comandante de la Policía Judicial Federal de Sinaloa. Su segunda pareja fue Rodolfo “El Zurdo” López Amavizca, quien era comandante del Instituto Nacional para el combate a las drogas.

La muerte de estos dos hombres también tuvo mucha similitud en cuanto a la manera como fueron asesinados, pues fueron ultrajados con armas blancas. Por las muertes jamás se culpó a la “Reina”.

Supuesto noviazgo con Amado Carrillo

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“La Reina del Pacífico” puede presumir que fue una de las pocas mujeres que han logrado colocar su nombre en lo más alto de la esfera criminal, un mundo donde usualmente el control pertenece a los hombres. Formó parte de una cúpula dorada desde muy joven, pues su historia la vincula con Amado Carrillo Fuentes, el denominado “Señor de los Cielos”.

Este nexo, sin embargo, no terminó muy bien para el narcotraficante debido a que supuestamente Sandra lo habría conquistado para después rechazarlo. Esta versión, cabe decir, fue desestimada por Ávila en el libro “La Reina del Pacífico: es la hora de contar” (de Julio Scherer), donde negó haber tenido un noviazgo con Carrillo Fuentes y aclaró que el “Señor de los Cielos” solo fue uno más de los personajes del narco a quienes conoció y convivió cuando eran personas comunes.

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"El gobierno me relaciona con los capos, como si fuera uno de ellos. Pero yo los conocí cuando eran personas comunes y corrientes", dijo en el libro "La Reina del Pacífico: es la hora de contar". Pensándolo más sesudamente, en realidad era imposible que no pudiera relacionarse con los “señores del narco” cuando eran parte del mismo círculo social.

Es por lo anterior que siempre insistió en que la imagen que se formó acerca de ella sobre una mujer peligrosa y con influencia en el negocio del narcotráfico no es real, como dijo a Scherer.

Ávila Beltrán, de los más grandes amores del “Mayo” Zambada

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Las autoridades mexicanas comenzaron a poner el ojo en Sandra Ávila tras saberla partícipe en acciones ilegales de su primer marido, asesinado en los años noventa. El portal Un1ón Jalisco señaló que la fama de Sandra en el ‘narcoespacio’ se debió a su capacidad para formar relaciones públicas con algunos de los principales jefes del crimen organizado no solo en México, sino también en Colombia.

Este currículum le permitió ser un personaje clave en las relaciones internacionales del Cártel del Pacífico (hoy Cártel de Sinaloa), donde Ismael “El Mayo” Zambada se habría enamorado de Sandra. Algunos medios, como el portal Excélsior, indican que Zambada cayó “ante los encantos de la originaria de Mexicali”, siendo hasta ahora una de las pocas mujeres con las que se le vincula.

La supuesta relación sentimental puso en jaque a Zambada al dejar entrever el profundo cariño que sintió por Sandra. Durante una entrevista con Julio Scherer –desarrollada para la revista Proceso– el narcotraficante indicó que “La Reina” siempre mostró una mayor ambición y movimientos de poca cautela, un factor que influyó en que finalizaran su relación.

"Ella era una mujer muy guapa, pero fueron varias cosas que se fueron juntando y bueno, tú sabes que en este negocio todo puede pasar”, dijo Zambada.

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Por esta relación siempre mantuvo una personalidad altiva y declaró al diario The Guardian que nunca consumió cocaína para evitar que los hombres la trataran como un trofeo. “Los hombres piensan que eres otra mujer desechable, no te van a respetar”.

Su desencuentro con Felipe Calderón: “me destruyó la vida”

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Tras su vuelta a la vida pública, Sandra Ávila Beltrán señaló directamente al expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, por haberla utilizado como un “chivo expiatorio”. Esto se debe a que la detención de “La Reina” –señaló– fue solo un elemento que Calderón habría utilizado para enaltecer su denominada guerra contra el narco.

“Quiero decirle muy especialmente al expresidente Felipe Calderón que su sexenio fue el más cruel y fatal que ha tenido México. El más sangriento según las estadísticas, no lo digo yo. El sexenio donde hubo más violaciones a derechos humanos y donde fui su chivo expiatorio. Fui la primera persona que él detuvo”, dijo Sandra en una entrevista para el podcast de “Doble G”, en YouTube.

En dicha producción acusó también al exmandatario por fabricarle “un delito para poder sentirse un buen presidente o un buen mexicano, cuando él colaboraba directamente con los cárteles. De ellos recibió mucha de la fortuna que tiene ahora, de la que gozan su esposa y su familia. ¿Y quién lo juzga? Por qué García Luna es enjuiciado y Calderón no. Calderón fue un asesino y narcotraficante. Me destruyó la vida. Las ganas de vivir”, indicó.

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Ávila Beltrán y el sueño periodista

Con 18 años de edad, Sandra Ávila se matriculó en la escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), indicó el portal Animal Político. Sus aspiraciones profesionales y el deseo por ejercer como periodista la llevaron a inscribirse en una de las primeras universidades privadas y autónomas del país.

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En la institución no pasó precisamente desapercibida al llegar a bordo de automóviles lujosos, ostentosidad que –no obstante– no llevaba en la personalidad al ser una estudiante introvertida, “callada, con pocos amigos” y con actitud “desconfiada”, dijo un excompañero de Ávila al BBC News en julio del 2013.

“Bajaba superemperifollada (ostentosa) con muchas joyas. Usaba collares gruesos de oro que estaban de moda en esa época” […] “A nosotros nos parecía sospechoso, tenía toda la imagen de ser pariente de narcos o novia de alguno porque era demasiada ostentación. A los 18 años y con tanta joya encima nadie se le acercaba”, recordó su excompañero.

Fin de la sospecha: cayó la periodista, nació “La Reina”

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Los asomos de sus vínculos con el narcotráfico terminaron por confirmarse un viernes 28 de septiembre del 2007 cuando la PGR logró su detención al sur de la Ciudad de México y los medios de comunicación informaban acerca de la captura de “La Reina del Pacifico”, a quien adjudicaron la responsabilidad de ser el enlace con narcotraficantes de Colombia.

Estas inculpaciones jamás pudieron comprobarse en tribunales, por lo que fue declarada no culpable de los cargos de narcotráfico y asociación delictiva en Estados Unidos, aunque sí fue hallada culpable por brindar apoyo económico a una persona vinculada al mundo delictivo.

Su extradición a los Estados Unidos fue en agosto del 2012; un año más tarde, en 2013, se declaró culpable en una Corte Federal de Florida, por lo que fue sentenciada a cinco años de prisión y fue liberada el 7 de febrero del 2015.

El drama generado alrededor de ella y su proceso penal la acomodaron en el imaginario colectivo como una mujer de peligro, aunque se trata de características que ella misma ha desmentido: "El gobierno me relaciona con los capos, como si fuera uno de ellos. Pero yo los conocí cuando eran personas comunes y corrientes".

Un periodista de Jalisco incluso apoya esta moción al narrar el actuar de Sandra Ávila una vez que el hijo de “La Reina” fue privado de la libertad: “En 2002 su hijo Luis Fuentes Ávila fue secuestrado y, para rescatarlo, ‘La Reina del Pacífico’ pidió ayuda a la policía, algo que nunca hubiera hecho si realmente tuviera influencia en la organización”.

La historia de Sandra Ávila Beltrán desencadenó toda una explotación de su imagen en la industria que la ha vuelto cada vez más cercana a la cultura popular. Podemos encontrar fragmentos de su vida en canciones como el corrido “La reina de reinas” de la agrupación Los Tigres del Norte; en la literatura, en la novela “La Reina del Sur” de Arturo Pérez-Reverte que, finalmente, se convirtió en la obra cumbre que la televisión mexicana ha posicionado como una de las producciones de mayor demanda.

Sandra Ávila Beltrán, “esa grande del negocio, una dama pesada" –como narra la canción “Fiesta de la Sierra”– cuenta hoy día con 62 años de edad y es una de las pocas mujeres que ha logrado protagonismo en el mundo del narcotráfico.