305 trabajadores contratados en la cooperativa LF del Centro, conformada con capital de trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), fueron separados de sus empleos previo a las festividades de Año Nuevo.

Los empleados fueron separados de la empresa desde el 21 de diciembre, realizaban labores de mantenimiento en el complejo hidroeléctrico Necaxa, dirigido por la Generadora Fénix. Esta operadora está constituida con capital portugués de la empresa Mota Engil y por trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro.

Miguel Márquez Ríos, secretario de previsión social y fomento a la salud del comité central del SME, señaló que los trabajadores quedarán sin empleo hasta el 1 de febrero, fecha en la serán contratados de nuevo, además aseguró que prevén sumar 60 nuevos empleados.

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Márquez Ríos señaló también que este movimiento se realiza cada año, como parte de la planeación para garantizar el trabajo continuo los 11 meses restantes del año.

Generadora Fénix surgió en el 2015 como una solución política para resolver la problemática de 16 mil trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro que se quedaron sin empleo.

La propuesta del gobierno federal fue la entrega del complejo hidroeléctrico Necaxa, además de otras instalaciones para emplear a los electricistas. El SME también planteó la creación de diversas cooperativas para generar fuentes de empleo.

Tas el acuerdo con el gobierno federal, Generadora Fénix sólo absorbió alrededor de 400 plazas, mientras que las cooperativas poco más de 300, una cantidad insuficiente para la totalidad de electricistas desempleados.

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La dirigencia del SME, encabezada por Martín Esparza Flores, enfrenta diversas manifestaciones en contra por parte de la disidencia, quienes le han pedido cuentas sobre los recursos manejados durante estos años.

También ha recibido reclamos por la falta de resultados efectivos en los procesos de negociación con el gobierno federal, y elecciones cuestionables que le han dado un nuevo periodo al frente del SME.

Recientemente fue señalado por su nula interlocución con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien designó a Rosendo Flores, ex secretario general del SME, como interlocutor en el proceso de asignación del Programa de Compensación por Justicia Social a electricistas que contarán con más de 19 años de trabajo a la fecha de la extinción de la entonces paraestatal.