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A un año de explosión en Xochimehuacan, familias aún intentan recuperar su patrimonio

  • Nancy Camacho
La explosión del 31 de octubre de 2021 dejó 15 viviendas dañadas, 76 con afectaciones moderas, 54 casas fueron demolidas y cinco personas perdieron la vida
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Apenas ha pasado un año de aquella nube blanca y del intenso olor a gas, el preludio del estallido provocado por una explosión de una toma clandestina de gas LP en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan de la ciudad de Puebla. En las familias aún perdura el recuerdo y la tristeza de haber perdido su patrimonio que por años construyeron, sin embargo, aún buscan salir adelante ya que han tenido que iniciar desde cero, pues aunque el gobierno les entregó casas, estás no cuentan con servicios.

El 31 de octubre del 2021, ocurrió una explosión en la zona norte de la capital poblana, de acuerdo con las autoridades estatales, 15 viviendas tuvieron daños menores, 76 registraron afectaciones moderadas y 54 casas fueron demolidas. Asimismo, hubo cinco personas muertas y 11 heridos.

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Fue a las 2:50 de la mañana que se registraron tres explosiones provocadas por una toma clandestina, pues la nube de gas provocada por la fuga se movió y expandió a distintos puntos de la junta auxiliar donde se hallaban puntos de calor.

La mayoría de los habitantes de la zona de San Pablo Xochimehuacan donde explotó la toma ilegal de gas no alcanzó a recoger sus documentos pues apenas les dio tiempo de tomar a sus hijos y mascotas, y salir huyendo en su auto, o a pie, para alejarse de la zona de peligro.

El 911 recibió una llamada, advirtiendo sobre una nube blanca y un fuerte olor a gas por lo que se comenzó a movilizar personal de Bomberos del Estado, policías, elementos de Protección Civil, personal de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Guardia Nacional (GN). Poco después se ordenó el desalojo de los vecinos.

A 12 meses de la tragedia, la denominada “zona cero” ubicada en la calle Industria y Ferrocarril, luce en ruinas y solo es resguardada por una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y por al menos cinco policías, más adelante solo se encuentra una Unidad de Táctica de Reacción de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

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En las familias aún está el temor de que ocurra otra explosión como la del año pasado, pues saben que Xochimehuacan está “minado” de ductos de PEMEX, por lo que solo “piden a Dios” que no se repita la historia.

Casas entregadas no tiene servicios

Para la familia López Romero fue un “milagro” salvarse de la explosión, pues fue cuestión de minutos para que desalojaran su hogar y en menos de una semana ver demoler su hogar de más de 48 años.

“Aun seguimos sin muebles, poco a poco nos vamos recuperando; desgraciadamente fue muy triste y hasta la fecha lo sigue siendo, porque económicamente no tenemos lo suficiente”, expresó en entrevista para e-consulta.

Expuso que a pesar de que el gobierno estatal les entregó una casa ubicada a escasas calles de la “zona cero” de la explosión, esta no cuenta con los servicios básicos, lo cual ha implicado que tengan que “desembolsar” para poder arreglarla.

Dijo que las tuberías de la regadera presentan una fuga que no han podido controlar a pesar de la contratación de un plomero, quien les ha indicado que los materiales que utilizaron para la construcción son de baja calidad y con el paso del tiempo seguirán presentando problemas en el hogar que les construyó el gobierno.

La familia comentó que otra situación es que solo les dura ocho días el agua de la cisterna y luego deben comprar una pipa, lo cual implica gastar cada semana 400 pesos.

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“Ahorita ya no tenemos apoyo del gobierno, quedaron mal las tuberías del baño, no sirven. Nosotros ya gastamos de lo poco que vamos trabajando, pagamos plomero y no ha podido quedar bien y ahorita le pedimos al gobierno que nos ayude”, manifestó.

Por su parte, el señor Alberto González Pérez, expresó que su casa -igualmente ubicada en San Pablo Xochimehuacan- le fue entregada sin lavadero y calentador solar, además de que el “kit” que les prometió el gobierno, el cual incluía un tanque de gas, utensilios de comida, un refrigerador y licuadora, tampoco han llegado.

“Lo único que hicieron fue la casa, pero ni agua teníamos, ni luz, se ha ido haciendo poco a poco. La del DIF dijo que solo nos iba a construir una vivienda y que el gobierno no se encargaba de componer el patio, ni de poner bardas, por eso estamos chambeando”, dijo.

Mencionó que acondicionar su casa ha sido pesado, porque ya presentan problemas de plomería y falta de servicios públicos, por ello, es que espera que al menos la administración de Luis Miguel Barbosa Huerta les cumpla con instalarles el lavadero, pues de no hacerlo implicaría un gasto más, recurso que por el momento no tienen.

González Pérez manifestó que no quisiera que se repita la historia, pues recordó que logró salvar su vida gracias al auxilio de su nieto que lo despertó, pues de no hacerlo otra situación hubiera sido.

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Hasta ahorita si existe temor, porque está uno de nuevo haciendo un sacrificio, vamos para levantar esto y para que vuelva a suceder”, expresó.

Ojalá todo hubiera sido un sueño

“Espero en Dios que no vuelva a pasar. Ojalá todo esto haya sido un sueño la verdad, porque imagínese volverlo a vivir, a nadie se le desea nada de eso”, expresó David Fernández Hernández, quien con su familia sobrevivió a la explosión de Xochimehuacan.

Fernández Hernández narró que aquel 31 de octubre del 2021, cerca de las 2 de la mañana, se encontraban durmiendo, cuando de repente escuchó ruidos y gente gritando, y al enterarse de lo sucedido no dudo en irle a tocar a su hijo y salir de la zona para ponerse a salvo.

“Abrimos la ventana, preguntamos y nos dicen el gas, ¿cómo que el gas? se estaba escapando el gas y uno piensa, tenemos la gasera, pero nunca me imagine lo que posteriormente supimos que fue en los ductos, salimos y ya había una nube de gas que invadía todas las calles de San Pablo Xochimihuacan”, contó.

Dijo que tomó su vehículo y al llegar a la calle Francisco I. Madero escucharon la primera explosión, la cual fue “leve”, al avanzar hasta colonia de Barranca Honda se escucharon otras tres más: “se escuchó un tremendo ruido que estremeció y cimbró todo. Es algo que no lo puede uno creer, pero como lo vivió uno, es triste, y la tristeza fue perder todo totalmente”.

Fernández Hernández comentó que cuando escuchan “fuga de gas” salen corriendo porque no quieren vivir otra experiencia de ese tipo, por ello, solicitó a las autoridades que vigilen más San Francisco Xochimehuacan, pues los delincuentes pueden volver a saquear los ductos de PEMEX.

Existe temor de otra explosión

Carmen, vecina de la zona, dijo que persiste el miedo de que vuelva a ocurrir una explosión como la de octubre del 2021, pues aún tiene conocimiento que huachicoleros siguen extrayendo gas de manera ilegal.

“Tenemos rumores que todavía huele a gas en algunas ocasiones, estamos pendientes de lo que llegue a suceder, aunque están cuidando los policías, pero la delincuencia no respeta. Vivimos con miedo de que vaya a suceder lo mismo”, declaró.

Comentó que en la noche ya no sale de su hogar, pues la delincuencia también se ha apoderado de la zona, ya que hay reportes de robo de tanques de gas y autopartes.

Señaló que justo frente a las vías del tren hay unas bodegas que fueron construidas y que eran usadas para que entraran y salieran pipas dedicadas al robo de hidrocarburo, que, a la fecha, las autoridades no han derrumbado.

Expuso que quienes residen en Xochimehuacan, significa que su existencia es una bomba de tiempo, pues el vivir a un lado de los ductos significa que en cualquier momento una falla o error de los delincuentes dedicados a la ordeña de gas LP puede provocar una explosión.

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