El rector de la Universidad Iberoamericana de Puebla, Mario Ernesto Patrón Sánchez, demandó a las autoridades garantizar el derecho a la seguridad pública, frenar el avance del crimen organizado en Puebla y el país, así como combatir la impunidad, pues alertó una crisis de violencia, tras el asesinato de sacerdotes jesuitas en Chihuahua.

El rector de la @IberoPuebla enfatizó que incluso el #INEGI registra impunes el 99% de los delitos.https://t.co/8TtNsx0tzn pic.twitter.com/AMw3DN87Em

— Periódico e-consulta (@e_consulta) July 5, 2022

“La institucionalidad del Estado debe asegurar que, frente a un hecho, una pauta delictiva haya un proceso de investigación y de sanción”, manifestó en entrevista con e-consulta, al alertar que existe un clima generalizado de impunidad.

A esto atribuyó que cada vez los delincuentes sean más violentos, pues advirtió que se percibe permisividad de las autoridades, que se suman a la corrupción y la descomposición del tejido social.

Enfatizó que incluso el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ha señalado que en el país entre el 95 y 99 por ciento de los delitos quedan impunes.

Por lo anterior exigió justicia por los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, que el 20 de junio fueron asesinados en Chihuahua, a manos de un presunto integrante del crimen organizado.

Patrón Sánchez aseveró que los sacerdotes asesinados se convirtieron en mártires pues Urique es una zona en donde hacen misión desde hace 50 años aproximadamente, aunque los jesuitas tienen presencia desde el siglo XIV.

El rector mencionó que los jesuitas tienen la misión de llegar a los más olvidados y, en el caso de México, se concentran en las comunidades tarahumaras y algunas de Chiapas.

En 15 años ganó la delincuencia

Mario Ernesto Patrón consideró que los problemas de violencia e inseguridad en el país no son exclusivos de los tres años de la actual administración, sino que se agravaron en los dos sexenios anteriores y ninguna autoridad, incluida la actual, ha logrado la pacificación del país.

Como la estrategia para mantener la seguridad pública se basa en el trabajo de la Guardia Nacional, enfatizó que es necesario que el gobierno haga una evaluación de todos los rubros vinculados a la delincuencia.

Sugirió además revisar el impacto de los programas sociales, por ejemplo, pues sí hay un vínculo entre la pobreza y la facilidad para que el crimen organizado tenga más integrantes.

Los sacerdotes no son más valiosos respecto al resto de las personas, pero ahora la gente se queda con el mensaje, de que, si matan a un religioso, que se pueden esperar ellos, ya no hay discriminación entre sectores, agregó.

El llamado para terminar con la violencia no es solo para las autoridades, sino también para las familias, los hogares, los centros de trabajo, la sociedad en general para que no sean generadores de violencia, añadió.

“Cada persona debe trabajar en la pacificación desde su trinchera, pues la responsabilidad es de todos”, acotó.