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Vamos por un mole: la gastronomía de Tehuacán

  • Diego Rodríguez
Pan de burro, nopal toro, tetechas; son algunos de los platillos que se pueden degustar en Tehuacán
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El municipio de Tehuacán, también llamado Lugar de Dioses o Lugar de Serpiente de Piedra, es el segundo municipio más importante del estado de Puebla, pues alberga cultura, lugares emblemáticos y una gran parte de la gastronomía más renombrada del país.

La comida siempre es un requisito indispensable cuando se recorre un lugar nuevo, así que probar los alimentos que ofrece este municipio será un deleite.

Tehuacán nos ofrece mole de caderas, que se prepara con carne de chivo y el hueso de la cadera del animal, el ganado con el que se prepara tiene un método de crianza especial durante todo el año, antes de entregarse al Festival Étnico de la Matanza, el cual es una tradición cada tercer jueves del mes de octubre; que se realiza desde el siglo XVII, por lo cual fue declarada patrimonio cultural del estado y aunque es un platillo caro, no deja de ser de los favoritos de quienes lo prueban.

También se puede degustar barbacoa de carne de borrego y una variante más del mole, el de guajolote.

Aquí también se encuentra el reconocido pan de burro, que adquirió su nombre gracias a que este pan blanco o pan de agua se transportaba sobre el lomo de los burros.

El nopal toro, que es cocinado en salsa de chile costeño, canela, clavo, comino y epazote, las tetechas, que es una flor de cactus columnar, que solo se da los meses de abril y mayo, el cual es preparado en escabeche, revuelto con huevo o salsa, son otros de los platos emblemáticos de la demarcación.

No hay que olvidar que para acompañar a los platillos hace falta una bebida, Tehuacán tiene el lapo, que es una combinación del jugo de caña y pulque, también podemos degustar el mezcal tradicional y el licor de garambullo.

De igual manera, hay postres bastantes variados, como los ricos muéganos, que son producto de la mezcla de harina de trigo, leche, manteca vegetal, huevo, piloncillo y miel de abeja; no menos importantes están los tejocotes y duraznos en almíbar, biznaga, dátiles, o higos cristalizados, mermeladas, jaleas, jamoncillos y dulces de leche.

Visitar Tehuacán es una experiencia para el paladar, que siempre genera la necesidad de volver a probar la variedad de platillos que el municipio nos ofrece.

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