Cada 6 de enero, millones de niñas y niños en México esperan con entusiasmo la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar, los tres Reyes Magos, cargados de regalos. Esta tradición forma parte de una de las festividades más esperadas del año, pero, ¿sabías de dónde viene realmente esta costumbre? La historia de los Reyes Magos, representada en innumerables obras de arte y en las tradicionales pastorelas mexicanas, tiene un origen profundo en la religión y la historia.

La narración de los Reyes Magos proviene del Evangelio de San Mateo, aunque este solo menciona a un número indeterminado de "magos" sin especificar sus nombres o características físicas. Estos sabios viajaron desde Oriente, guiados por la estrella de Belén, con el objetivo de adorar al recién nacido niño Jesús. Es a través de la tradición cristiana que los magos adquirieron nombres y características que los hicieron aún más relevantes en el ámbito cultural.

La palabra "mago" proviene del persa antiguo y originalmente hacía referencia a los sacerdotes del zoroastrismo. Con el paso del tiempo y su adaptación al griego, el término comenzó a asociarse con "sabios" o incluso "hombres de ciencia". Debido a su viaje astronómico guiado por la estrella, los tres Reyes Magos son frecuentemente representados como astrónomos de la antigüedad, lo que les otorga un carácter de sabiduría y ciencia.  

Pero, ¿por qué son tres Reyes Magos? En diferentes épocas y regiones, los tres Reyes han representado distintas partes del mundo, como Europa, Asia y África, o incluso las tres edades de la vida: juventud, adultez y vejez. Esto les da una dimensión simbólica, reflejando la diversidad de la humanidad y la universalidad del mensaje cristiano.

El primer registro conocido de sus nombres, Melchor, Gaspar y Baltasar, se encuentra en un mosaico en la Basílica de San Apolinar el Nuevo en Ravena, Italia, en el siglo VI. Desde ese momento, sus nombres y sus representaciones se han consolidado como parte integral de la tradición del Día de Reyes, aunque la festividad se celebra principalmente en países hispanoamericanos como México.

En México, el Día de Reyes se celebra con una costumbre muy particular: la entrega de regalos a los niños. Sin embargo, no solo es un día de regalos, sino también de compartir en familia y disfrutar de la famosa Rosca de Reyes. La tradición de esta rosca tiene raíces que se remontan a las saturnales romanas, festividades donde se comían panes circulares con higos y dátiles. A lo largo del tiempo, en la Edad Media, se comenzó a introducir una haba seca en su interior, lo cual era símbolo de suerte y prosperidad. En México, esta tradición se transformó, y en lugar del haba, se insertó una figurita del Niño Jesús, otorgándole un valor simbólico aún más profundo.

Así, el Día de Reyes es una festividad que no solo celebra la llegada de los tres sabios del Oriente, sino que también es un momento de reflexión sobre los valores de la generosidad, la unidad familiar y la preservación de las tradiciones que unen a generaciones enteras. (LV)