Tras el regreso a clases presenciales el 30 de agosto, cuatro madres de familia que trabajan en distintas áreas relataron si enviaron a sus hijos a las aulas o no, qué las motivó a hacerlo y cuánto gastan ahora.

Antonia Jiménez, quién se dedica al comercio de comida de manera ambulante, tiene dos hijos: una joven que cursa el tercer grado de secundaria y un niño que va en quinto de primaria. Su hijo acude a la primaria pública José López Portillo que se encuentra en la junta auxiliar de La Resurrección, donde habitan.

En entrevista contó que decidió enviarlo a clases presenciales, para lo cual la escuela exigió productos sanitarios en los que estima que gastaría alrededor de 200 pesos al mes, como gel antibacterial, cubrebocas y toallitas desinfectantes.

Sin embargo, su hijo le comentó que en su salón había un niño con tos, y la única medida de seguridad que tomó la escuela fue apartarlo de los demás estudiantes, así que ella decidió que su hijo no regresaría a clases y que era mejor que tomara clases en línea.

Para que su hija pudiera tomar clases virtuales de La Escuela Latinoamericana, Antonia y su esposo pidieron prestados 15 mil pesos para comprar una computadora portátil, dijo que el pago del internet, de 550 pesos al mes, ahora es vital: “Ahorita el internet ya es como pagar la luz… si no pagas no hay educación”.

Antonia afirmó que sí va a vacunar a sus hijos, pero que solo los regresaría a clases presenciales si todos los demás niños también lo hacen.

Confianza en el gobierno, pero más en las organizaciones internacionales

Por otro lado, Nelly Potenciano, influencer que se dedica a la publicidad online, comentó sobre sus dos hijas en edad escolar, la mayor pasó a tercero de primaria y la menor a segundo, ambas asisten al Colegio Europeo, Nelly decidió que no enviaría a sus hijas a clases presenciales, pues ella considera que no están seguras todavía.

Sin embargo, mencionó que el colegio al que asisten tomó todas las medidas de seguridad posibles: cortina de sanitización, gel antibacterial y toma de temperatura a la entrada, además de utilizar el sistema híbrido en el que los alumnos van solo 3 días a la semana y por número de lista, por lo que en los salones solo hay ocho alumnos por clase.

En cuanto a su opinión sobre las vacunas para niños, aseguró que tiene confianza en las indicaciones del gobierno, no obstante, se sentiría más segura si las vacunas cuentan con el respaldo de organismos internacionales y nacionales como la Organización Mundial de la salud (OMS), la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), etc.  

Nelly y su esposo pagaron 8 mil pesos por la inscripción de las dos niñas y 1 mil 100 pesos por la colegiatura de cada una, la lista de útiles fue más reducida que en el caso de clases presenciales, les permitieron reciclar colores y libretas, además decidieron adquirir una tableta electrónica para que su hija menor pueda tomar las clases, su presupuesto fue de 15 mil pesos para la tableta.

Los obligan a pagar plataformas digitales para poder tomar clases

Teresa Gómez, trabajadora de medio tiempo, tiene dos hijos, el mayor acude a quinto de primaria el Colegio Rodane, el menor va al kínder en el colegio Tonatiuh Calli, comentó que como parte de la lista de útiles le pidieron todos los productos de protección personal, además de 20 cubrebocas y un litro de gel antibacterial, gastó un promedio de 400 pesos por cada uno de sus hijos.

La escuela de su hijo mayor tomó todas las medidas se seguridad y los niños tienen gel antibacterial disponible en todo momento, además solo van dos días a la semana de manera presencial y las maestras no tienen contacto con ellos, pagó 4 mil 680 de inscripción y 2 mil 310 de colegiatura, mientras que, en el colegio de su hijo menor pagó 4 mil de inscripción y 1 mil 600 de colegiatura.

En el colegio Rodane, fue obligatorio comprar una plataforma digital manejada por la editorial Castillana con un costo de 2 mil 400 pesos para que el niño pueda tomar las clases, además del pago de la licencia de Microsoft anual y la inversión de 3 mil pesos en regenerar un equipo de cómputo para utilizar la plataforma.

Enviar a clases a los niños es vital para su desarrollo

La maestra Itzayana Ramírez, tiene un hijo de cuatro años que acude a un Centro de Desarrollo Infantil (CENDI) dos días a la semana y un día de la semana está desde casa, dijo que le pidieron todos los productos de higiene personal, pero que compensaron los gatos extra con la lista de útiles que fue más corta.

En el CENDI tomaron todas las medidas de seguridad, por lo que Itzayana tuvo la confianza de mandar a su hijo a clases, además piden todo tipo de análisis clínicos para asegurar la salud y atención de los menores y comentó que su confianza en la vacuna para niños es baja, por lo que, todavía no sabe si va a vacunar a su hijo.

La decisión de enviar a su hijo a clases depende de la organización de la escuela, en este caso el centro de desarrollo optó por dar horas entrada y salida con 20 y 30 minutos de diferencia entre horarios para evitar aglomeraciones.

Pagó 1 mil 100 pesos de inscripción y consideró que la convivencia con otros niños y maestras es vital para el desarrollo de su hijo, los daños psicológicos y sociales le preocupan y espera que aprendamos a convivir con la pandemia.