La IBERO Puebla inauguró sus actividades del ciclo escolar 2021-2022 con una actividad que celebra el tiempo de servicio por parte de sus colaboradores.

Más de 200 trabajadores de las áreas académica, administrativa y de servicios (invitados por primera vez a la celebración), así como de las preparatorias IBERO Puebla y Tlaxcala, se congregaron en el Auditorio Ignacio Ellacuría, SJ, el foro más amplio del campus, para conmemorar todo lo que la pandemia interumpió

Como el resto de las instituciones educativas, la universidad jesuita emprendió el éxodo de las instalaciones físicas hace 16 meses. Tiempo que ha sido un ejercicio permanente de aprendizajes profesionales, personales y existenciales. De ahí que el banderazo de salida para el que se espera sea el periodo de retorno progresivo a las aulas sea en compañía de la fuerza vital de la institución.

 Así reflexionó el Mtro. Mario Patrón Sánchez durante su mensaje a los festejados, expresando que ellos “son la institución en sí misma”. Al evocar el espíritu ignaciano de la universidad, el rector de la IBERO Puebla sostuvo que es el servicio el que ilustra el modo de proceder de una organización comprometida con la sociedad.

 La calidez y compromiso que caracteriza al personal de la institución no solo se debe a la necesidad de correspondencia con los valores fundacionales, sino al interés de que el alumnado, la otra pieza clave en el engranaje, replique las prácticas fraternas en su día a día.

 Patrón Sánchez recalcó que la Universidad Iberoamericana Puebla es mucho más que un conjunto de edificios: es una colectividad de rostros y voces que conforman a toda una comunidad universitaria. “Debemos a ustedes los logros que hemos cosechado a lo largo de la historia”.

 Con cubrebocas y distancia segura, uno a uno los festejados recibieron un obsequio conmemorativo, un reconocimiento enmarcado y una fotografía de estudio para acompañar cada una de las dos ceremonias celebradas con el fin de reducir al mínimo el aforo del auditorio. El efecto del coronavirus obligó a sustituir los vitoreos y abrazos por reverencias y fugaces choques de puños.

Cada momento reunió a quienes, entre la segunda mitad de 2019 y la primera de 2021, cumplieron algún lustro de servicio en la IBERO Puebla, desde los cinco hasta los veinticinco años. Del mismo modo, el grupo de colegas jubilados fue reconocido por su amplia trayectoria en la Universidad.

El epítome de la longevidad laboral fue encarnado por el Mtro. Humberto López Cabrera, coordinador de Innovación y Servicios de Información de la Biblioteca Interactiva Pedro Arrupe, SJ., quien recibió una distinción especial por sus 35 años como parte de la fuerza laboral universitaria.

López Cabrera inició su viaje en la Institución en agosto de 1984, cuando, aun siendo estudiante, comenzó a trabajar en el área de Extensión Universitaria (ahora Vinculación), en la época en la que la IBERO Puebla ofrecía sus cuatro licenciaturas fundadoras en el campus de Calzada Zaragoza.

Gracias a su dedicación y compromiso con la misión educativa, fue pionero en el desarrollo del área de computación y formó parte de la transición a las actuales instalaciones en el bulevar del Niño Poblano. Además, colaboró en la instalación del primer sistema de internet que operaba de forma interinstitucional con otras universidades del estado.

A través de un video, el coordinador agradeció a la universidad, compañeros cercanos y a su familia por la oportunidad de instalarse como pilar de la misma: “he crecido de forma personal y profesional. Comparto los valores de la institución”. Al mismo tiempo, destacó el espíritu de incidencia social que se inculca a los estudiantes.

Junto con el Rector, los responsables de galardonar a los asistentes fueron los cuatro directores generales de la Universidad: la Dra. Lilia Vélez Iglesias, Académica; el Mtro. José Enrique Ríos Vergara, de Administración y Finanzas; la Mtra. Elia Irigoyen García, de Vinculación, y el Mtro. Alfredo Castillo Romero, del Medio Universitario.