Un grupo de ingenieros especialistas en estructuras concluyó que demoler el Hospital General Regional número 36 del IMSS, mejor conocido como “San Alejandro”, es innecesario y resultaría más caro que realizar un proyecto de reestructuración, pero además se podría hacer en un lapso de nueve meses.

El análisis fue realizado por la Cooperativa de Servicios Relacionados con la Infraestructura, que tiene entre sus filas al reconocido especialista Adolfo Guillermo Nieto Cortés, quien tomo notoriedad al detectar deficiencias en el Distribuidor Vial Revolución de Torreón que fue demolido en 2006 y en el Centro Expositor de Puebla que fue remodelado por Mario Marín Torres.

Aunque el proyecto de demolición y reconstrucción del Hospital San Alejandro se encuentra detenido a más de tres años de que resultó dañado por el sismo de septiembre de 2017, el Instituto Mexicano del Seguro Social ya inició el proceso para evaluar la demolición del inmueble que estará supervisada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Arquitectos que tuvieron acceso a los detalles de la obra por invitación para ser Directores Responsables de Obra (DRO), integrantes de la Cooperativa de Servicios Relacionados con la Infraestructura, señalaron que a través de un proceso de revisión técnica se llegó a la conclusión de que la demolición del inmueble es innecesaria.

Reestructuración es posible

En un informe en poder de e-consulta y elaborado por la Cooperativa de Servicios Relacionados con la Infraestructura, se detalla que tras el sismo de 2017 un grupo de cinco DRO elaboró un dictamen que entregaron a la Comisión de Admisión y Asesoramiento de Directores Responsables de Obra y Corresponsables (CAADROC).

En dicho dictamen ninguno de los Directores Responsables de Obra opinó o propuso que fuera necesario demoler alguno de los edificios que componen el Hospital Regional número 36 del IMSS, pues el daño sufrido por el movimiento telúrico requería "reparaciones en su totalidad para volver a ser usado".

En Puebla, la norma para demoliciones está contenida en el Código Reglamentario del Municipio de Puebla (Coremun), donde se  establece que la inclinación de un edificio entre el 1  y el 1.90 por ciento es necesaria su reestructuración, y posterior al 2 por ciento es procedente su demolición.

Tomando en cuenta esos valores, el dictamen de los Directores Responsables de Obra señala que ninguno de los cinco cuerpos que conforman el hospital presenta una inclinación suficiente para ser considerada una demolición obligatoria y están incluso por abajo de los requerimientos para la reestructura.

La Cooperativa señala que para demoler el cuerpo "A" del hospital debería de tener una inclinación mínima de 17.4 centímetros, pero el desplome es de apenas 3 centímetros; para el cuerpo "B" debería ser de 76.2 centímetros pero es de 14 centímetros; para los cuerpos "C" y "D" el desplome para demolición debiera ser mínimo de 17.4 centímetros y es de 4 centímetros; en tanto que el cuerpo "E" tiene un desplome de 2 centímetros pero para ser demolido debería de tener 9 centímetros.

El proyecto de reestructuración aplicaría incluso para el cuerpo "B" de ocho pisos y 48 metros de altura, el cual corresponde a la zona donde estaba imagenología, anatomía patológica, terapia intensiva y hospitalización, y que fue el que más daños presentó tras el sismo.

Los cinco cuerpos del hospital no necesitan recimentación y es posible reparar las trabes y sistemas rígidos de la estructura, además de que algunas deficiencias en estas partes podrían subsanarse con contravientos, disipadores de energía, muros de cortante, y contravientos en fachada.

Costos bajarían 75 por ciento y se haría en 9 meses

Con base en el análisis que se hizo del informe técnico de los DRO, la Cooperativa de Servicios Relacionados con la Infraestructura señala que es posible hacer una reestructuración del inmueble con una serie de especificaciones que incluso serían un 75 por ciento más económicas que la demo lición.

Debido a que el proyecto que fue entregado por el IMSS a la Sedena se encuentra parado y el inmueble existente sigue en pie y no se han iniciado los trabajos para reemplazarlo, solo se tiene como referencia que el estimado para el proyecto era de 3 mil 500 millones de pesos por la demolición y edificación de un nuevo espacio.

Contemplar la reestructuración por encima de la demolición también permitiría poner en pie el inmueble dentro de un plazo de nueve meses (270 días), tomando en cuenta que el país está en crisis económica y Puebla requiere poner en servicio el inmueble en comento, para atender las consecuencias de la pandemia del Covid-19.

Cooperativa ofrece participar en reuniones para recuperar el hospital

El informe está firmado por representantes de la Cooperativa como Raúl Carpinteyro y Vera, José Hilario Moreno Herrera, Margarita Rodríguez Trinidad, Edy Lozada y Adolfo Guillermo Nieto Cortés.

En entrevista con este medio Nieto Cortés explicó que los especialistas están dispuestos a participar en las reuniones que fueran necesarias, para mediante la mejor solución, a la brevedad se ponga en servicio el Hospital General Regional número 36 "San Alejandro".

"Es doble crimen gastar dinero y tardar más; se dan 270 días para hacer la demolición y después será un nuevo proyecto,, se licitará y se construirá por lo que sería otro año más, mientras que en 270 días o 300 días se lograría la reestructuración y a un costo mucho menor al 30 por ciento de lo que costaría demoler y volver a construir", explicó el ingeniero Nieto Cortés.

El ingeniero precisó que además la demolición generaría un impacto ambiental ya que esto provocaría una gran cantidad de polvo que terminaría inevitablemente en el ambiente y afectaría a los vecinos de la colonia Villas San Alejandro y Amor, que se encuentran alrededor del histórico hospital.

Explicó que junto con sus colegas estarían dispuestos a presentar su proyecto ante el IMSS y debatirlo de forma técnica ante cualquiera que sostenga que es más viable demoler y construir, todo con el afán de proporcionar mayores camas de hospital ante la crisis sanitaria por la que atraviesa Puebla y el país con la pandemia del Covid-19.