Al menos unos 50 maestros de preescolar, primaria y secundaria de la Sierra Negra están en riesgo de ser removidos hacia otras zonas escolares, debido al poco interés de los padres de familia para que sus hijos asistan a la escuela y es que de 40 alumnos de kínder que se inscribían normalmente, pasaron a recibir únicamente a 13, lo cual podría repercutir en el cierre de centros de trabajo y el retiro de la clave escolar.

José Luis Leyva Machuca, Secretario General de la D1-92 del SNTE de la Sección 23, indicó que dicha situación se ha notado más en municipios como San Pablo Zoquitlán y Santa María Coyomeapan, en donde los docentes trabajan con escuelas unitarias, decir, todos los niveles son atendidos por un solo maestro, desde preescolar hasta sexto de primaria.

Dijo que desde antes de la pandemia ya se tenían contemplados a más de 60 maestros para que fueran removidos al no poder comprobar su matrícula, sin embargo, se buscó un acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que siguieran trabajando con el mínimo de alumnos y aunque por ahora no asisten de manera presencial a tomar sus clases los alumnos, cuando pase el asunto de la pandemia, el tema de cerrar los centros de trabajo seguirá latente.

Expresó que conseguir una clave educativa es muy difícil, pues, aunque se tenga la documentación completa se debe esperar por lo menos unos cinco años, además de los requerimientos que solicita la SEP, por ellos se han hecho distintas acciones para que los padres de familia inscriban a sus hijos, sin embargo, es poco el interés para que los menores puedan estudiar.

Manifestó que, al cerrar una escuela, los niños que comúnmente asisten a tomar clases deberán buscar opciones para seguir estudiando y en ocasiones, la próxima institución de encuentra a tres horas de distancia.

En lo que respecta a las secundarias, indicó que es algo parecido, pues los padres de familia prefieren enviar a trabajar a sus hijos para que genere ingresos y se olviden de sus estudios.