Julio Ramírez desde hace 50 años coordinaba el tradicional Concurso de los Aficionados en honor a la Divina Infantita, patrona de Atlixco, pero este día al preguntarle por la fiesta patronal con mayor tradición en la ciudad solo repite: “Para mí es muy doloroso, que este año no se realice”, pues han pasado más de 50 años desde que él forma parte de esta celebración.

Don Julio como lo conocen en esta ciudad, lleva cinco meses en confinamiento debido a su edad, pues es parte de los grupos vulnerables ante esta contingencia sanitaria por Covid-19, siendo esta también la razón por la que la fiesta del templo de Santa María de la Natividad esté 2020 no se realizará.

Desde hace 72 años cada 30 de agosto se enciende el micrófono y el foco calificador sobre un templete montado en la plaza de Armas, en el corazón de Atlixco, familias enteras se dan cita en el lugar desde las 18 horas y el espectáculo termina después de las 23 horas durante ocho noches seguidas.

El show lo abren las escuelas de danza y los artistas atlixquenses que se dedican a amenizar fiestas, los payasos y en punto de las 21 horas comienza el concurso de los aficionados en donde uno a uno los participantes buscan el aplauso de público para pasar a la siguiente fase y así lograr llegar a la final y dedicarle su triunfo a la Divina Infantita, el 8 de septiembre de cada año.

En torno a esto se desarrolla la verbena popular; la calle Constitución se llena de puestos de antojitos mexicanos que aromatizan el lugar, atrayendo a propios y extraños a probar desde septiembre el ponche de frutas y el tecui.

En este concurso no hay mayor jurado que el público, un poco de color rojo que pende desde la estructura de metal, justo en medio del escenario es el que tiene la última palabra y se alimenta del aplauso de los asistentes.

Sin embargo, este año las calles no huelen a chalupas ni a pozole; no suena la canción vernácula, ni se ve a los jóvenes hacer fono mímicas o montar una rutina de música moderna, tampoco se escucha la voz de Ray un cantante y locutor local.

Hoy la Divina Infantita esperará pacientemente su fiesta para el 8 de septiembre en silencio, el silencio que provoca la mascarilla en el rostro, la sana distancia y el coronavirus.

Las familias no llenaran las bancas del parque Colón ni los novios aprovecharan para verse en el parque, este año los músicos callaran, pero el novenario y los rezos dentro del templo no se apagarán.

Breve historia del origen de la fiesta de la Divina Infantita

Este festejo en honor de la pequeña virgen, nace 1947, fue en el mes de enero de ese año que después de un congreso religioso a donde asistieron obispos de toda la República Mexicana, el padre Ignacio Zaráte, quien siempre mostró una preocupación por alejar a los jóvenes del ocio, propuso el concurso de los aficionados.

Además de que también serviría para la unión y el sano esparcimiento de las familias atlixquenses y de pilón, sería una forma para ingresar un poco de ayuda al templo. Desde entonces hasta el 2019 los aficionados continuaron cumpliendo con esas tres misiones, uno de sus grandes benefactores es el gobierno municipal que apoya con la renta del templete y el audio.

Otra versión que nos comparte quien también fuera conductor de este evento, Rogelio Pineda hace referencia a los conflictos sindicales: “En los años 40s, Atlixco era un emporio textil con una gran economía debido a las fábricas que laboraban las 24 horas, pero también era una situación muy difícil debido a la división obrera, pues las dos centrales obreras tanto la CROM como la CTM, querían tener el control de las diferentes fábricas, esto duró 15 años, lo que provocó un sinnúmero de muertos.

 El doctor de profesión relató que finalmente el 30 abril de 1948 se logra la “unificación obrera”. Peso pese a este acuerdo aún quedaban rencillas entre los diferentes grupos, por eso, al acercarse la festividad de la parroquia, el cura Ignacio Zarate Ortiz llegó a un acuerdo con los líderes de ese momento para que existiera una especie de amnistía dentro del novenario de la Virgen y pudieran venir en procesión de las diferentes localidades y organizaciones a adorar a la Niña María a la misa de las 8 de la noche y no hubiera enfrentamientos.

 Fue entonces cuando el señor cura comisionó a los señores Gonzálo Cabrera y a Hipólito “Polito” para armar un evento para distraer a la gente, por lo que el señor Efrén Avendaño junto a ellos organizaron el primer escenario, que se conformó con tambos y madera prestada, así al terminar la misa se quedaban y ahora es conocido como el “Concurso de Aficionados”.

El mito que rodea la festividad

El gran mito que rodea a esta fiesta es el que involucra al fallecido ídolo mexicano, Javier Solís, pues la leyenda cuenta que el hombre era originario de la junta auxiliar de Metepec y que fue tras concursar en ese escenario y dedicarle su don a la Divina Infantita que su carrera despuntó.

Entre los cantantes locales que se hicieron en este templete están Pancho Torres y Bernardo Guarneros quien compuso y cantó por primera vez para el municipio la melodía “Atlixco de las Flores”, una canción que hablaba del Atlixco de la década de los 90.

Este 2020 los aficionados callaron

Don Julio, señaló que debido a su confinamiento por salud no ha podido hablar con los aficionados que no faltan al concurso, no ha podido explicarles y pedirles que el próximo año no le fallen a la virgen. Sin embargo, recuerda que no es la primera vez que se suspende, fue en 1953 con la muerte del párroco de entonces que hubo la necesidad de no realizarla.

Sentado en medio de muñecas, vestidos para Barbie y ahora cubrebocas que vende junto con su esposa en el portón de su casa, debido a la imposibilidad de ir a su puesto en el mercado Benito Juárez donde toda la vida habían trabajado, el hombre que rebasa ya los 60 años, no pierde la esperanza de que en 2021 recuperemos la normalidad y con más entusiasmo se realice la fiesta.

Se dice preocupado, porque el templete necesita arreglo, la lona principal necesita una nueva y ahora sin concurso pues no sabe de dónde saldrá ese recurso para poder solucionar esos detalles, por ello invitó a los ciudadanos a apoyar este evento que es de todos los habitantes del municipio y hasta de otros cercanos.

Informó que ahora pasará la estafeta a René Berra, para que coordine el próximo año, aunque aseguró que él seguirá detrás de todo, por ello agradeció a todo el equipo que hace posible cada año el concurso, pero sobre todo que les permite a las familias pasar un momento de entretenimiento sano.