Atlixco. Pese a que el alcalde Guillermo Veláquez dijo, en el último Cabildo que este sábado estaría limpia la zona del tianguis de vendedores, los tianguistas llegaron desde muy temprano a vender en la calle 3 sur, con sombrillas y mercancía se instalaron y esperaron que como en cada plaza las fuerzas públicas intentaran levantarlos cerca del mediodía.

Aunque ya más del 80 por ciento de los tianguistas están reubicados temporalmente en cinco espacios temporales un lugar para vender, otros rentaron bodegas, entradas de casas o comparten el local con algún otro comercio en la colonia Álvaro Obregón, un sector pequeño sin líder, conformado en su mayoría por mujeres, las llamadas “Marías” que provienen de las comunidades cercanas con reventa o productos de sus traspatios, siguen insistiendo en colocarse en las calles donde se instalaba este enorme mercado regional.

Su demanda es que las dejen vender, que si hay reubicación sea en un solo predio y todos, porque dispersos nadie vende como antes, esto pese a que la autoridad local ya ofreció en diversas ocasiones darles lugar en el Centro de convenciones o en la Unidad deportiva la Carolina.  

Una de las “Marías” comentó en medio del desencuentro de éste sábado, que ella estuvo dos semanas asistiendo al mercado que se instala en el estacionamiento de los Acapetlahucan, pero solo vendió 40 pesos, por eso decidió regresarse a las calles.

Esto ante un grupo de policias estatales y municipales quienes con equipo antimotines intentaron con su presencia ejercer temor en los vendedores y que se empezaran a retirar, los uniformados llegaron en dos grupos cerca de las 12 del día y hasta las 16 horas no se habían retirado, después de ir avanzado poco a poco entre las calles 13, 11 y 9 poniente sobre la 3 sur llegaron al punto de mayor concentración de vendedoras y se apostaron de cada lado del camellón.

Los comerciantes, algunos al verlos llegar decidieron levantar su puesto improvisado que tenían en el suelo, otros decidieron  enfrentarlos verbalmente, después hasta les ofrecieron de sus productos, mientras los policías permanecían inmóviles vigilando la escena.  

Al grupo de uniformados los comandaba el secretario de Seguridad pública del municipio, Enrique Tapia Martínez, quien intentó hablar con las alteradas vendedoras que se armaron con palos, kilos de papas y lo que encontraron en sus improvisados puestos, previendo un posible enfrentamiento, pero los elementos tenían la orden de mantener la calma y no generar violencia ni levantar a los vendedores ambulantes.

Fue cuando llegó una plataforma de un negocio de grúas, cuando más vendedores decidieron retirarse, solo quedaron unos cuantos que seguían dispuestos a defender su derecho a vender en la vía pública, pese a que por mandato gubernamental en Puebla eso no está permitido mientras dure la contingencia sanitaria.

De esta forma una vez más, se quedó en intento la intención de cumplir cabalmente la orden de retirar a todo vendedor de las calles, pues ni los policías, ni los comerciantes abandonaron las calles en Atlixco.