El Congreso de Puebla remató diez vehículos en 600 mil 700 pesos, pero los compradores resultaron ser el diputado Raymundo Atanacio Luna (del PT) y personal del mismo Poder Legislativo.

Con una solicitud de información formulada por e-consulta, se descubrió que el legislador del distrito 13 de Tepeaca compró en 50 mil pesos un Volkswagen Jetta modelo 2008, con 147 mil 729 kilómetros recorridos.

Al consultar por internet el precio comercial de este auto, va de 75 a 80 mil pesos, pero el que vendió el Congreso estaba desvielado y requería hojalatería y pintura.

El costo de la reparación ascendía a 97 mil 788 pesos, según Sonax Service, empresa contratada por los diputados para realizar el avalúo.

El dictamen, también proporcionado por transparencia, concluyó que no era rentable solventar el mantenimiento y por ello era mejor vender el auto.

Personal también compra

En 35 mil pesos fue vendido un Volkswagen Gol 2010 con 199 mil kilómetros a César Alberto Paz Xicoténcatl, que labora en el Poder Legislativo y es miembro del Comité de Protección Civil.

De 63 a 67 mil pesos es su precio comercial, pero el Congreso lo remató señalando que requería afinación, cambio de balatas y limpieza interior por exceso de humedad.

El precio de reparación se cotizó en 48 mil 290 pesos, es decir, 138 por ciento más del valor que se le adjudicó, así que se optó por rematarlo.

Por 92 mil pesos la misma persona se hizo de una camioneta Chevrolet Tahoe modelo 2008, con 268 mil 428 kilómetros recorridos.

El precio comercial de esta unidad va de los 145 a los 150 mil pesos, pero el avalúo fue más bajo aduciendo que el vehículo requería afinación, cambio de balatas y amortiguadores, así como limpieza interior.

Francisco Javier Juárez Martínez, que también labora en el Poder Legislativo, compró con 33 mil 700 pesos un Volkswagen Lupo modelo 2008, con un kilometraje de 196 mil 381.

Por internet el automóvil se ofrece entre 40 y 45 mil pesos, pero Sonax Service justificó su avalúo señalando que la reparación costaba 60 mil 795 pesos, ya que se requería afinación, componer el escape y reparar los frenos.

Con 30 mil pesos el mismo empleado adquirió un Chevrolet Chevy 2010 con 152 mil 268 kilómetros recorridos.

El modelo se cotiza entre 53 y 55 mil pesos, pero según el avalúo era necesario realizar afinación, limpiar el interior, cambiar amortiguadores y reparar las fascias, lo cual supuestamente llegaría a costar 46 mil 620 pesos.

Niegan conflicto de interés

El diputado Miguel Trujillo de Ita (del PES), presidente del Comité de Adquisiciones, que aprobó la venta de los vehículos, negó que exista un conflicto de interés por parte de Atanacio Luna y el personal que compró los autos.

En entrevista rechazó favoritismo y presumió que todo el proceso fue transparente y público, de modo que pudo participar cualquier persona.

Niega Miguel Trujillo (del PES), presidente del Comité de Adquisiciones, que exista conflicto de interés por parte del personal que compró los autos que remató el @CongresoPue

Vía: @HectorBLN pic.twitter.com/Il02tHJoAN

— Periódico e-consulta (@e_consulta) 22 de octubre de 2019

Dicen que faltaban compradores

Los diez autos se pusieron en venta desde el mes de febrero, pero el Comité de Adquisiciones ha hecho cuatro convocatorias supuestamente por falta de compradores.

En la primera se vendieron tres autos; en la segunda otros tres y en la tercera, que concluyó hace unos días, se vendieron tres más, aunque todavía no se dan a conocer los nombres de quienes los compraron.

Falta por venderse una camioneta Toyota Land Cruiser, modelo 2007, con 297 mil 747 kilómetros, que el Congreso oferta en 138 mil pesos, con el argumento de que su reparación se estima en 208 mil 196 pesos.

El dictamen señala que la unidad requiere afinación, cambio de balatas, limpieza interior y cambiar las mazas con baleros delanteras.

En sesión pública este martes, el Comité de Adquisiciones aprobó subastar la camioneta y avaló la convocatoria para que se publique en la página de internet del Poder Legislativo.

Los diez vehículos que se pusieron en venta formaban parte del parque vehicular del Congreso, que constaba de 21 unidades.

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