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Ex agentes del CISEN operaron red de espionaje en Puebla
Una oficina que inicialmente tenía la intención de realizar labores de inteligencia en el anterior gobierno estatal, se convirtió en una red de espionaje clandestino de tipo telefónico, de infiltración, vigilancia y seguimiento hacia funcionarios públicos, personajes políticos, enemigos de la administración pública y periodistas.
Para ello se instalaron tres “nidos” o sedes en la ciudad de Puebla desde las que se procesaban los audios y documentos generados por personal que laboró en el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (CISEN) y que estaban coordinados por Joaquín Arenal Romero, ya fallecido.
Así se aprecia en una serie de archivos digitales que en los últimos días han recibido o comprado dirigentes partidistas, políticos y funcionarios, en los cuales se explica cómo operaba esta red de espionaje, quiénes la encabezaban, bajo qué métodos trabajaban y sobre todo se incluyen audios de las conversaciones intervenidas o fotografías de sus reuniones, que han sido confirmadas por quienes ahí aparecen.
De oficina pública a clandestina
De acuerdo con esta información, al llegar a la gubernatura en 2011, Rafael Moreno Valle Rosas quiso instaurar una oficina de inteligencia que proveyera de información estratégica para detectar y atacar amenazas al estado de derecho y la gobernabilidad de la entidad.
Por ello se creó el Centro de Análisis y Prospectiva (CAP), encabezado por Héctor Arrona Urrea, y el cual quedó bajo tutela de la Secretaría General de Gobierno, a cargo de Fernando Manzanilla Prieto.
El órgano tenía dos direcciones: de Información (Investigación y Análisis) y Servicios Técnicos (equipos tecnológicos para la obtención de información de fuentes electrónicas), así como la Subdirección de Administración de Proyectos y Gestión.
En un primer momento el director de Información fue Abraham Hernández y de Servicios Técnicos fue José Antonio Celorio.
Su actividad se centraba en la recolección de notas de periódicos escritos y digitales, a fin de crear “tarjetas informativas”, aunque su labor de investigación e inteligencia estratégica era nula.
En abril de 2013 Manzanilla Prieto dejó la Secretaría General de Gobierno y ese mismo año llegó Joaquín Arenal a Puebla para hacerse cargo del CAP, el cual pidió reestructurar con la contratación de personal capacitado en áreas de inteligencia, en investigación, cooptación, infiltración, vigilancia, seguimiento, fotografía clandestina, entre otras actividades.
Sin embargo creó una oficina alterna para realizar labores de inteligencia, que no dependería de institución gubernamental o dependencia alguna, sino que rendiría cuentas al actual legislador federal Eukid Castañón Herrera.
Fueron comprados automóviles y dados de alta con nombres de particulares para evitar ser relacionados con la administración estatal. Los salarios, gastos para operatividad y renta del inmueble se desprenderían de plazas del gobierno estatal a través de terceros, así como de partidas discrecionales.
Los operadores
El ex delegado de la Estación Metropolitana del CISEN, Joaquín Arenal, mudó su domicilio a Puebla y se instaló en la zona de Camino Real a Cholula. Laboró hasta mediados de 2014, cuando se cometió a una cirugía de riñón de la cual no logró recuperarse y murió a principios del mes pasado.
Mantuvo en el equipo a José Antonio Celorio, sólo que ahora como responsable de la infección de equipos de cómputo y teléfonos celulares a través del Sistema de Control Remoto Galileo, adquirido a la empresa italiana Hacking Team.
El nombre de este personaje salió a la luz en 2015, cuando miles de correos de esta compañía fueron robados y publicados en el portal Wikileaks, ya que él aparece como el contacto en Puebla que negoció la compra del software, capacitación y servicios específicos de infección de archivos.
Además se apoyó en Roberto Rodríguez Acosta, capacitado para el manejo de programas y equipos de espionaje, ya que habría sido capacitado por ex agentes de la agencia de inteligencia de Israel (Mossad).
También participó Fidencio Domínguez Huerta, ex compañero de Arenal en el Cisen, y a quien se le encargó coordinar tareas de campo e investigación, así como realizar el seguimiento de actores políticos y sociales, principalmente del PRI.
Nidos de espionaje
Equipos de origen israelí para la intervención de teléfonos celulares se instalaron de manera inicial en la Primera Cerrada del Cadete Vicente Suárez 2103, a un costado de la entrada principal de La Parroquia de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, en la colonia Bellavista.
Desde el exterior tiene la fachada de una institución educativa, con la leyenda: Instituto Técnico de Comercio Exterior, aunque no registra movimiento alguno y sus ventanas tienen cubierta polarizada.
Desde este primer “nido” de espionaje, como era conocido, se dio seguimiento a políticos y funcionarios de filiación priísta y perredista, así como funcionarios de primer nivel de origen panista e incluso los integrantes del primer círculo de colaboradores del gobernador Rafael Moreno Valle.
Posteriormente se instaló un segundo “nido”, en el departamento 4B del edificio ubicado en calle Acatlán número 104, colonia La Paz, de la ciudad de Puebla, a fin de intervenir las llamadas del periodista Enrique Núñez, director del diario Intolerancia, cuyas oficinas están en esa colonia, así como para cubrir la zona de la avenida Juárez, frecuentada por políticos y funcionarios.
En ese mismo edificio tiene una propiedad Sergio Lozano Alarcón, hermano del senador con licencia, Javier Lozano Alarcón.
Un tercer “nido” se ubicó en un cuarto de azotea en el número 857 de la Diagonal Defensores de la República, a escasos doscientos metros de distancia del Comité Directivo Estatal del PRI, cuyo objetivo principal era seguir a la dirigente estatal Ana Isabel Allende Cano y después a militantes de ese partido que divulgaran información vía telefónica.
En las últimas semanas que operaron los agentes en esa ubicación detectaron a tres unidades de Policía Federal con una van equipada, por lo que abandonaron el sitio.
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Puebla, Pue., 5 de julio de 2017
Rodolfo Ruiz Rodríguez
Director de E Consulta
Con relación a las notas publicadas en los últimos días respecto al tema “espionaje”, difundidas en el medio a su digno cargo y en las que se menciona mi nombre, me permito ejercer mi derecho de réplica, precisando lo siguiente:
- Niego categóricamente cada uno de los señalamientos que me son imputados en las notas periodísticas.
- La información que se publica ha sido difundida con anterioridad a través de diversos medios de comunicación, en distintos momentos de coyuntura política, coincidentemente, como se hace ahora.
- Me resulta inaceptable que se hayan escrito acusaciones tan graves basadas únicamente en dichos y sin contar con sustento alguno que las documente, que además con oportunidad y de manera personal he aclarado.
- En las actividades que he desempeñado a lo largo de mi trayectoria profesional siempre me he conducido con apego a la ley, sin que en el ejercicio de mis actuaciones exista observación alguna.
Sin más por el momento, agradezco su atención a la presente y le solicito su publicación, en los mismos medios en los que fue difundida la información.
Atentamente
Eukid Castañón Herrera
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