Se llama Autobús de la Libertad y con él se busca que activistas con principios religiosos promuevan por diferentes ciudades del país su rechazo a la ideología de género en la educación pública y el derecho primario de padres de familia a educar a sus hijos bajo preceptos morales y religiosos.

La libertad de su nombre, sin embargo, la cuestionaron en Puebla tanto quienes se opusieron a que esos activistas pisaran el Zócalo de la Ciudad por calificar su propuesta como generadora de odio y discriminación, como quienes intentaron promover el proyecto.

Al final del día, entre opositores al autobús sumaron al menos dos mujeres con lesiones que requirieron atención médica y que fueron ocasionadas por elementos policíacos y activistas profamilia mientras protestaban; en tanto que en el Consejo Mexicano de la Familia denunciaron daños materiales. En menos de ocho horas la Ciudad sumó dos manifestaciones con conatos de violencia.

Según los organizadores, Puebla, la treceava ciudad que recorre el Autobús de la Libertad, ha sido en la que más actos de rechazo han encontrado desde que iniciaron recorridos a mediados de junio. Hacia la tarde, alistaban denuncias en contra de quien fuera identificado en videos y fotografías por haber vandalizado el vehículo al arrojar pintura y huevos, así como por haberlos agredido.

Impiden paso por generar odio

Aunque el recorrido del Autobús de la Libertad arrancó según lo previsto con la visita a dos escuelas católicas de la Ciudad, a su paso por el Colegio Benavente, en la 25 Oriente, se encontraron con los primeros opositores.

Entre el grupo de poco más de una decena de inconformes se leyeron mensajes en contra de la pedofilia de la iglesia y la imposición de ideales.

El momento de mayor tensión se vivió sin embargo, un par de horas después, cuando el Consejo Mexicano de la Familia tenía previsto expresar su iniciativa en el Zócalo de la Ciudad, pero un grupo de inconformes se los impidió, al argumentar la violación a derechos y promoción de odio que generan al imponer preceptos morales y religiosos en el esquema de la educación pública.

En los primeros minutos, del vehículo alcanzó a descender un grupo reducido de activistas profamilia, a algunos de los cuales les cayó pintura y comenzaron a discutir con algunos de los inconformes sobre temas de biología y el derecho de las familias a educar a sus hijos bajo sus propios valores.

Sin embargo, minutos después la protesta arreció, algunos de los promotores del autobús se subieron y cerraron la puerta entre forcejeos en los que empujaron a algunos de los opositores y esto ocasionó cuestionamientos por el uso de violencia hacia las mujeres.

"¡Si te preocupan tanto las familias, ¿por qué empujas a las mujeres cabrón?, y no digas que no oyes güey, tienes oídos y sí escuchas", expresó una de las activistas afectadas.

Los opositores colgaron por fuera lonas, una cinta de precaución a manera de clausura simbólica del autobús, así como “flyers”, entre los que destacó uno con la imagen caricaturizada del Papa Benedicto XVI y con la leyenda "Aborto no, pedofilia sí".

"¡Están en la vía pública" "¡Váyanse!", "¡Fuera asesinos!", "¡No queremos pederastas!", "¡Fuera de esta Ciudad!" "¿Me estás escuchando pinche macho de mierda?", fueron algunas de las consignas que se escucharon en el momento más álgido de la protesta.

Acusan favoritismo de la policía

Tras más de media hora de protesta el autobús fue rodeado por más de una decena de uniformados que incluyeron a la Policía Municipal, la Turística, así como algunos elementos motociclistas, a fin de permitir la salida del vehículo y frenar a los inconformes.

Estos respondieron con críticas a los elementos de seguridad al señalar que protegían los intereses de un grupo religioso en tanto que en el estado no pueden atender llamados como el de los feminicidios o el de demandas por violencia de género que se llegan a hacer ante distintas instancias.

"No les interesa. Pero ahorita sí vienen a proteger a un grupo de religiosos, la religión está coludida con el Estado, porque cuando llamamos al 066 nunca contestan", gritó una inconforme.

En el forcejeo con uniformados los inconformes acusaron uso de fuerza e incluso amenazas sobre remitirlos ante autoridades por manifestarse ante un proyecto que la fuerza policial respaldó.

Presente en la manifestación, el representante legal de la organización No Dejarse es Incluirse A. C., Juan Corona, señaló cómo se violenta con el Autobús de La Libertad el derecho a la educación laica y cómo los activistas profamilia se manifestaron sin permisos correspondientes que el Gobierno exige a otras expresiones.

"La policía los está protegiendo, el Gobierno estatal y el Gobierno municipal son cómplices de ese camión y su discurso de odio", comentó el abogado.

Ven en el Consejo intolerancia de los tolerantes

Por su parte, Juan Daddoub Giacomán, el presidente del Consejo Mexicano de la Familia, alcanzó a manifestar por la ventana del autobús que en Puebla les tocó vivir una expresión de un grupo al que no consideran como representativo de la comunidad gay.

Aunque demandan tolerancia, criticó, realizaron acciones que si las hubieran realizado integrantes de los grupos profamilia contra quienes piden derechos sexuales, hubieran generado otro tipo de consecuencias.

"No son gente representativa de la comunidad LGTB. Son un grupo de fanáticos que están desquiciados, o sea, no es posible que pidan  tolerancia y lo primero que hacen es ‘intolerar’, agredir", dijo.

"Ya me imagino yo si voy y les mancho la ropa a estas personas, si los insulto, si no los dejo circular por las calles el escándalo que hacen", agregó.

En rueda de prensa ofrecida hacia las 14:00 horas en un restaurante de la zona de Plaza Dorada, para presentar su propuesta y para adelantar la denuncia contra los manifestantes, el dirigente recalcó la intolerancia y calificó a los inconformes como el tipo de grupos que no aportan a la comunidad gay.

Entre los argumentos que plantearon para defender su propuesta educativa, está el hecho de que la Secretaría de Educación Pública (SEP), promueva, bajo lo que ellos consideran como una ideología de género, valores contrarios a los que las familias enseñen en casa.

El Gobierno, expresó Daddoub Giacomán, promueve además otras prácticas en materia de salud pública que en el consejo consideran contraproducentes como la promoción del uso de condones entre los adolescentes.

Dejan la ciudad resguardados por policía

Además del resguardo policíaco con el que el Autobús de la Libertad contó en el Zócalo, destacó el uso de la fuerza pública que implicó el resguardo de la salida de integrantes del Consejo Mexicano de la Familia del restaurante donde ofrecieron su rueda de prensa y donde nuevamente hubo manifestaciones.

En este punto se contó con la presencia tanto de elementos de la policía municipal, como de un camión de elementos con equipo antimotín de la policía estatal y de un representante de la Secretaría General de Gobierno (SGG).

La presencia de la policía generó primero, reclamos de los opositores quienes se dijeron violentados por el hecho de que los uniformados les tomaran fotografías para compartirlas en la red social de Watsapp con otras personas.

Más tarde, cuando los activistas profamilias salieron resguardados con el equipo antimotín, los inconformes lanzaron consignas en las que cuestionaron que los recursos públicos se emplearan para cuidar a ese grupo.

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