Una tragedia como la registrada en la Sierra Norte de Puebla por el paso de la tormenta tropical Earl es difícil de prevenir porque las familias se resisten a dejar sus viviendas pese a que las autoridades les indiquen que se encuentran en riesgo.

Así lo explicó el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, quien resaltó que las familias quieren mantenerse en los lugares en los que nacieron y evitar cambio de residencia.

“Son casos impredecibles y aunque se informe a la población, no quieren dejar sus casitas, sus pertenencias, sin saber lo que pueda venir. Son casos impredecibles que no podemos achacárselos a nadie”, comentó.

En entrevista previa a la misa dominical en la catedral de Puebla, Sánchez Espinosa destacó que se encontraba en la Sierra Norte el día que llegó la tormenta tropical Earl, sin embargo, no parecía que se tradujera en muertes y destrozos.

“Son casos impredecibles porque no sabemos la cantidad de agua que llegará. Yo estaba en la Sierra Norte cuando estaba pasando latormenta y no parecía que fuera tanto, había lugares despejados y otros con agua y luego la cola, como se dice, fue la que trajo mucha agua”, resaltó el líder de la grey católica en Puebla.

Lamentó que el número de muertos y explicó que mantiene oraciones por las familias afectadas con el objetivo de que salgan adelante ante la tragedia.

Destacó que la arquidiócesis suma tres cargamentos enviados para apoyar a las personas que resultaron afectadas por el paso de la tormenta tropical “Earl”.

Detalló que se enviaron camiones de ocho toneladas con alimentos, agua, pañales y artículos de limpieza llegó a la comunidad de Tlaola desde donde se distribuye a las zonas más afectadas.

Sánchez Espinosa llamó a los católicos a seguir apoyando y donando alimentos en los diferentes centros de acopio establecidos; y recordó que la a través de la Pastoral Social, la arquidiócesis mantiene abiertos cinco: Cáritas, Casa de la Familia “San Juan Pablo II”, Catedral, Seminario Palafoxiano y Banco de Alimentos.