El escritor, filósofo y teólogo, Genésio Darci Boff, conocido como  Leonardo Boff, llamó a los estudiantes a iniciar un cambio en la manera en que se relaciona el ser humano con la naturaleza, de lo contrario, se requerirán tres planetas Tierra para que la vida siga existiendo.

Al impartir la conferencia “La ética del buen vivir en tiempos de violencia, despojo y desigualdad”, en la Universidad Iberoamericana Puebla, el ecologista brasileño comentó que el tiempo se acaba para comenzar a implementar acciones de respeto a la gran casa llamada Tierra.

 “Hay una crisis sistémica, es decir, ese sistema agotó sus potencialidades internas y llegó a su cúspide, a su límite. El pensamiento que ha creado la crisis no puede ser el mismo que nos va a sacar de la crisis. Tenemos que cambiar. El sistema con los recursos propios que tiene no alcanza a dar una respuesta a los problemas que él mismo ha creado”, comentó.

Ante cientos de estudiantes reunidos en el auditorio, el pensador de origen brasileño señaló que la crisis es de tal magnitud que la sociedad ya sintió los límites y la Tierra necesita un año y medio para reponer los daños que genera cada año la sociedad.

“Tenemos calentamiento global, tenemos sequías prolongadas, inviernos extremamente fuertes. Hay un  caos en el sistema de la Tierra que se extiende cada año. En el sol de Brasil hay nieve, nunca ocurrió esto. Ahí se ve que ya no podemos controlar el ritmo ni los ciclos de la propia Tierra. La situación es grave”, comentó.

Señaló que en los últimos años, el ser humano rompió el pacto con la Tierra; se le responde con agresión, situación que desencadena un desequilibrio y una crisis global.

“Llegó el momento y no tenemos mucho tiempo, tenemos que organizar formas de distribución, de consumo, tomando en cuenta la capacidad de la Tierra, tomando en cuenta la necesidad de nuestros hijos. La Tierra pertenece a todos pero sobre todo a nuestros hijos. El mismo Papa ya escribió un libro para cuidar de la casa común. El Papa hace una llamada seria a la humanidad”, comentó.

Señaló que la Tierra no necesita de los seres humanos pero sí cada persona requiere de la naturaleza para continuar con su vida.

“El ser humano aprende de dos escuelas: la escuela del sufrimiento, pero aprende más de la escuela del amor. Nosotros tenemos que aprender del dolor que ya existe en la naturaleza, de los millones que pasan hambre y, simultáneamente, amar de la casa Tierra”, expresó.