- Seguridad
Ubican a Puebla y Tehuacán entre los municipios más violentos
Puebla y Tehuacán se ubicaron como dos de los municipios más violentos del país, pues reportaron un elevado número de homicidios dolosos en los años 2011 y 2015, según un análisis realizado por El Colegio de la Frontera Norte.
El informe refiere que las estadísticas de ese ilícito dibujan una “tragedia nacional de enormes dimensiones”. Al cierre del año 2015, las cifras “persisten en describir una situación de emergencia, especialmente en algunas regiones del país” –según se advierte–.
El análisis tomó en cuenta a municipios que en esos periodos registraron 50 o más homicidios dolosos, de acuerdo con estadísticas reportadas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Para elaborar el informe se tomaron en cuenta las cifras absolutas y no las relativas, es decir, no se utilizó la habitual tasa por cada 100 mil habitantes, ya que el uso de esta última puede matizar las cifras y ocultar prioridades de atención en las zonas de mayor incidencia, citó el Colegio en su documento.
Según los datos recabados por la institución, en 2011 Puebla se situó en el sitio 23 de un total de 52 municipios que tuvieron más de 50 homicidios intencionales, al registrar 141 casos.
En ese año también fue incluido Tehuacán, pues reportó 80 decesos, lo que ubicó a esta localidad en la posición 47.
El primer lugar lo ocupó el municipio de Juárez, Chihuahua, con 1 mil 460 muertes, mientras que en la última posición se ubicó ladelegación Cuauhtémoc en la Ciudad de México, con 70 reportes.
Para el año 2015, Tehuacán salió del listado pero la Angelópolis permaneció con un total de 78 asesinatos, que la ubicaron en el lugar 35.
En este último periodo, Acapulco, Guerrero se situó en el primer sitio con 902 crímenes, mientras que el municipio de Toluca, México,se ubicó en el último lugar con 50 casos.
“No está de más indicar la estrecha relación existente entre los homicidios dolosos y las zonas de producción o tráfico de drogas prohibidas, lo cual -dicho sea de paso- también obliga a repensar la posición del Estado ante las drogas y los escenarios de violencia”, cita el reporte.
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