Adán Cortés Salas, el mexicano que irrumpió en la entrega del Premio Nobel, declaró a la televisión noruega que no se arrepiente de lo que hizo y que lo volvería a hacer.

El joven mostró una bandera mexicana manchada de rojo en referencia a la desaparición de los 43 normalistas a la mitad de la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz, con el que fueron premiados Malala Yousafzai, que defiende el derecho a la educación de los niños,  y Kailash Satyarthi activista indio que lucha por abolir la explotación laboral infantil.

Durante la entrevista, Cortés afirmó que pretendía llamar “la atención internacional volteara a ver a México”.

“Mi mensaje era para solicitar asistencia a México. Era lo que le grité. Traté de pedir a Malala y a Kailash Satyarthi una oportunidad de decir algo, y hablar de lo que está sucediendo en México, las autoridades matan a los estudiantes”, explicó.

“Pido disculpas a los que asusté. Lo siento mucho por ella (Malala), y me gustaría tener otra manera más legítima de expresar mis opiniones”, agregó.