Cuesta tan sólo 30 mil pesos mexicanos (2 mil 350 dólares, mil 800 eros, 142 mil rupias). Es el Tata Nano, y es globalmente conocido como “El Auto Más Barato del Mundo”. En la ciudad, un litro de gasolina rinde para recorrer en este vehículo 22 kilómetros; y en carretera llega a los 25. Es económico en todos los aspectos; pero nunca ha sido un éxito en ventas. Es más, su cuarto año en el mercado (este 2013) ha resultado catastrófico.

Se fabrica en La India, pero el Tata Nano es la suma de tecnología desarrollada por la industria automotriz en distintas regiones del planeta. El diseño lo realizó I.DE.A Institute en Italia; el motor fue desarrollado por Bosch en Alemania; Johnson Controls estuvo a cargo de los asientos en Estados Unidos; y Japón aportó el sistema de refrigeración. Se ha dicho incluso que la Caja de Velocidades está inspirada en el tipo de ingeniería que desarrollara el genio renacentista Leonardo da Vinci. Carlos Ghosen, presidente ejecutivo de Renault, acuñó un término para describir el proceso de diseño de Tata Nano: “Ingeniería Frugal”.

Tata Motors –la compañía fabricante con sede en Bombay- se había anotado un éxito con el lanzamiento del Tata Ace; un vehículo para carga de muy bajo costo, que se vende con éxito desde 2005. A su presidente, el exitoso multimillonario hindú Ratan Tata, se le ocurrió la idea de construir este “auto para el pueblo”; después de ver a toda una familia transportándose en una motocicleta. “¿No estarían dispuestos a pagar un poco más para viajar cómodamente en un auto?”, preguntó el empresario.

Por eso ordenó que se diseñara el Tata Nano, que fue lanzado al increíble precio de 100 mil rupias (22 mil pesos mexicanos; mil 600 dólares). Asombrosamente, las ventas de este coche nunca lograron despuntar. En cuatro años se han vendido a duras penas 230 mil unidades, y las cosas van empeorando. En abril de este año, los concesionarios reportaron que sólo fueron capaces de colocar 948 unidades. Una cifra menos que ridícula. Hoy por hoy, las ventas han caído en un 80 por ciento, con respecto al año pasado.

De hecho, la confiabilidad del Tata Nano fue puesta en entredicho desde que se encontraba en proceso de diseño. Sus eventuales competidores advirtieron que no podía fabricarse un auto seguro a tan bajo costo. Para colmo, algunos de los primeros compradores denunciaron problemas de calidad; e incluso media docena de ellos aseguraron que el coche podía incendiarse sin motivo aparente.

Con todo, Ratan Tata está empeñado en seguir fabricándolo. Pronto será presentado el tercer rediseño (para “hacerlo más deseable”, según la empresa); la garantía se ha ampliado a cuatro años; e incluso ya puede comprarse con tarjeta de crédito. También han gastado una millonada en campañas para convertirlo en “auto de culto”. Y el plan parece estar funcionando, cuando menos en redes sociales: el sitio en Facebook del Tata Nano ya tiene 4 millones de seguidores; aunque estos son 16 veces más con respecto al número de personas que poseen realmente uno de estos vehículos.

Y el visionario Ratan Tata está poniendo todo lo que está de su parte. “Cualquiera que sea el estigma asociado a este modelo será corregido”, comentó recientemente. No obstante, muchos expertos han señalado que su problema principal estriba en su propio concepto: nadie quiere poseer el “coche más barato del Mundo”. Anandi, un estudiante de la Universidad de Delhi ha resumido el problema en una frase demoledora: “Si te ven con un Nano, saben que no puedes comprar nada más; por eso prefiero seguir viajando en moto”. (Incluye información de El Mundo) (Twitter: @rolandolino)