- Municipios
Tecnología aleja a niños de posadas y pastorelas en la Mixteca
La llegada de la tecnología ha transformado las tradiciones navideñas en varias comunidades de la Mixteca poblana, particularmente en lo que respecta a la participación infantil en las posadas y las pastorelas. En municipios como Tilapa, Tepexco, Chietla y Acatlán de Osorio, la presencia de dispositivos electrónicos ha llevado a los niños a preferir pasar su tiempo frente a pantallas en lugar de participar en las actividades religiosas de Navidad.
Ofelia Rodríguez, colaboradora en la Iglesia de San Félix, en la comunidad de Rijo, explicó que "aquí se realizaban dos posadas, una pequeña organizada por los catequistas y otra grande, que era de la iglesia. Sin embargo, este año se decidió hacer solo una, la segunda, por el gasto económico que representa".
Recordó que ambos grupos se reunían en la iglesia, alrededor de las 19:00 o 20:00 horas de la noche. Salían con las imágenes respectivas hacia la casa que correspondía al recibimiento. En ese momento, la gente cantaba, dependiendo del gusto del anfitrión, rompían piñatas y, al final, se daban aguinaldos, cuya elaboración y presentación ha cambiado con el tiempo.
En Tilapa, municipio al que pertenece la comunidad de Rijo, María Luisa González comentó que ya hace 20 años que los niños no se visten de pastores. "Era una costumbre muy bonita que ya se perdió, todo por culpa de la tecnología, ya que los niños prefieren estar con el celular que participar en actividades religiosas".
Coincidió con Ofelia Rodríguez en que, actualmente, apenas se realiza la pastorela o acostada mayor en la iglesia, pero de manera limitada. Ya no hay niños o jóvenes que quieran vestirse de pastores. "Ahora se hace de manera exprés, sin sentimiento, de forma automática, sin ese estilo natural que se usaba en las décadas de los 80s o 90s. Se ha perdido todo gracias a la tecnología".
En Acatlán y Chietla se pierden las tradiciones navideñas
El municipio de Acatlán de Osorio no escapa a esta tendencia social. El investigador Jorge Campuzano Rodríguez señaló que "los padres prefieren darles un aparato electrónico, principalmente un teléfono celular, para que el niño se entretenga viendo contenidos que no les aportan nada.
Por eso, han adoptado la idea de no participar en actos religiosos como posadas o acostadas"; además, los contenidos en internet han influido mucho.
Aún hay posibilidad de que los niños menores de cinco años se dejen vestir como angelitos y las niñas como la Virgen María, pero los mayores de seis años suelen volverse más rebeldes y se preguntan: "¿Por qué los van a vestir así?".
En comunidades como Amatitlán de Azueta, Tetelcingo, La Huerta e Ilamacingo, que pertenecen al municipio de Acatlán de Osorio, se replica la misma situación. Los niños ya no quieren participar en las pastorelas o en las tradicionales acostadas del Niño Dios, y las posadas ya no se celebran con la frecuencia de antes.
En esta demarcación, las posadas comienzan el 15 de diciembre y concluyen el 23 de diciembre, antes de la Nochebuena. La noche del 24 se realiza la acostada mayor, que aún se organiza en las iglesias, pero en estos casos son grupos de jóvenes quienes interpretan los villancicos, tras pagar una cuota.
En Chietla, al igual que en otras poblaciones, solo se lleva a cabo una posada, comentó Alberto Monge Varela, habitante del municipio, quien añadió que "hace falta un buen guía o un buen pastor que mantenga vivas las costumbres como se realizaban en el pasado".
Los jóvenes, con sus instrumentos musicales como guitarra y panderos, se presentan fuera de la iglesia para amenizar las acostadas a petición de los particulares.
En Calmeca, perteneciente al municipio de Tepexco, doña Cristina Mejía se niega a que los cambios sean permanentes y señaló que las costumbres de las acostadas y posadas seguirán vigentes. "Todavía hay participación de niños, jóvenes y adultos". (APP)